La necesidad hace extraños compañeros de viaje. Lo prueba nuestro presidente, ateo irredento, al que la necesidad de ser querido por Obama le obliga a viajar a Washington junto al Deuteronomio. Y a pronunciar la palabra “plegaria”, que sin duda le ha levantado ampollas y sarpullidos en la boca, de los que no se podrá desprender ni con hectolitros de oraldine.
Y la misma necesidad (soy malpensado, ya lo sé), determina que Botín saque pecho por ZP y su reforma de las pensiones. No es habitual que un banquero entre banqueros se erija en Paladín de un presidente de izquierdas, y, como un servidor es libre de pensar lo que le venga en gana, lo más probable es que piense lo peor. Es publico y notorio que un banquero nunca te da algo gratis; a lo sumo un bolígrafo de propaganda, y eso si tienes cuenta en su banco.
Y, una vez más, vuelvo a sentir envidia de los franceses; no por su cocina o sus vinos (que tampoco me gustan tanto), ni siquiera por su chauvinismo (en algunos pagos de por aquí los superamos, créanme), sino por su presidente, que proclama sin vergüenza que no pasa nada porque no venga Obama, que es más importante la crisis y el desempleo, y que se pierde demasiado tiempo en reuniones, cumbres y fastos: ¡olé sus bemoles!
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9 comentarios:
No en vano los franceses siempre han sido considerados muy buenos en comunicación.
Un abrazo y buen fin de semana :0)
Cuánto disfruto leyéndole. Escribe Vd. tan bien. Y de cuaquier tema. Se nota enseguida que no le tiembla la pluma(con perdón). No sabe Vd. las veces que le pongo como ejemplo de persona de bien. Nada que ver con los excrementos de...Vd. ya me entiende.
Qué sabio es Vd.; y tan modesto. !Qué caña le dá al ZP. Se lo merece por mequetrefe. Menos mal que aquí, en Madrid, tenemos a Esperanza, ¡eh! Tan inteligente, tan culta, tan suya, tan nuestra. Ojalá acabe con el h...y se quede sola para nosotros. Para gente, como Vd.,como yo, de bien.
Sufro y rezo por Vd. para que gane alguna vez alguno de esos concursos que con frecuencia se presenta. Qué raro es que, con lo bien que escribe, nada más que conozca la derrota. ¿Son todos los jurados de izquierdas y alquien les chiva su nombre?. No me extrañaría. Son tan mezquinos. No desespere, no es, se lo digo ya, el más tonto del lugar. Ni mucho menos. Perdón quiero decir que Vd. es de los que van quedando cada vez menos. Así está la raza española, cada día a peor.
Buenos Juan Carlos. ¿Me permite que le tutee? Me hace tanta ilusión.
Y por si fuera poco ingeniero emborronando folios. ¿Qué modesto eres, pillín.
¡Ah, me olvidaba! Estoy afiliado al partido TDCCTCY. Todos, digo bien, todos, estaríamos super, super; pero que muy superencantados de contar contigo. Te haríamos a la primera de cambio nuestro presidente honorario.
Me despido ya. Te seguiré informando del partido y de los concursos a que te puedes presentar.
Estimado Sr. Anónimo:
Lamento sinceramente que no posea usted el mínimo de valor preciso para firmar la inmundicia que vomita con su nombre y, por tanto, no pueda corresponderle tuteándole.
Resulta evidente que es Ud. uno de esos memos que tanto abundan y que asumen su afiliación al partido (y repare en que empleo “al “ y no “a un”, porque sin duda desearía que no existiese más que uno, como en la Rusia de antaño o en la época de Franco) como si fuera un equipo de fútbol, y no cesa de jalearle lo haga bien o mal.
Su incapacidad intelectual le impide asumir que exista alguien no afiliado a un partido, por lo que es lógico que no entienda que puede lanzar tantas invectivas contra Aguirre o contra Rajoy sin que eso me eso me obligue, a diferencia de Ud. cuando le mentan a San ZP, a ponerme como la niña del exorcista.
No albergo ninguna duda sobre que no soy el más tonto del lugar, ya que Ud. acaba de demostrar que se lleva de largo tan honrosa posición.
Y no soy modesto, Sr., sino que es lo que hay. Sin duda, como todos los mandarines de su partido, no atesora otros méritos que tratar de medrar en el mismo y vivir a costa del contribuyente, y no tolera los ajenos: es comprensible y se encuentra a su altura moral e intelectual.
Y no trate de disimular, pues todos sabemos a qué partido está afiliado. Y no es preciso que me informe de las hazañas de su partido, tengo el disgusto de sufrirlas a diario en los telediarios. Del resto me informo yo mismo.
Puede volver cuanto quiera. La gente de su valentía y sus méritos es bienvenida en cualquier sitio.
Ahora te tengo envidia Juan Carlos, cuando se tiene un odiador como este Sr. Anónimo es porque se está en la buena línea.
Un abrazo.
Mira, que recién iba a entrar a tu blog porque me gusta lo que dices y me topo con este rifirrafe, que no me esperaba.
Soy extranjera, pero sigo bastante vuestra política. Mis opiniones me las reservo. Tampoco son importantes, aunque amo a mi España, que parece caerse a pedazos.
Seguiré entrando a hurtadillas, si me lo permites, aunque no sea ni de Australia, ni de Japón. Soy de América, al otro lado del mar.
Un saludo cordial y no te amargues.
Soy BB, una bebé que no lo es tanto.
¿Odiador? ¿Qué clase de adjetivo es ése? Supongo que no es necesario aclarar que no le odio; pero por si acaso ahí queda dicho. Tan sólo discrepo de sus comentarios.
Rafael:
No hay por qué envidiar. Esto no es más que la consecuencia de hacer las cosas a cara descubierta.
BB:
Bienvenida a esta casa. Puede Ud. pasar tanto como quiera, de puntillas o dejando sus comentarios, como hoy, y será un placer tenerla por aquí.
Sr. Anónimo:
Tal como está empleado, odiador no es ninguna clase de adjetivo, sino un substantivo.
Y sí, la suya ha sido un modélico ejemplo de discordancia civilizada, según sus propios baremos, claro. Y veo en que persiste en ocultarse en el anonimato, muy propio de Ud..
Bienvenido de nuevo.
Nuestro presidente actual, ha decidido según parece hacerse fotos con todo el que pueda para tener un bonito albúm cuando se retire, puesto que no para de viajar, vamos que ni que le dieran puntos por coger un avión. Luego está el tema de lo caro que nos está saliendo la presidencia de españa en la unión europea. Los números me dejaron boquiabierta y aún no me he recuperado, con la cosas que hay que hacer y que solucionar aquí dentro, en fin, que en cualquier caso, me gustaría que todos los políticos tuviesen que trabajar los mismos años que los demás para cotizar pensión y por supuesto que trabajen todos hasta los 67 y más si les apetece. Un abrazo.
En efecto, Lisset, cada uno de estos fastos nos sale por un pico. Si todavías sirviesen para algo, tendría un pase, pero no son más que mero ornato.
Saludos.
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