El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

lunes, 29 de octubre de 2012

Cloacas de papel


Todos sabemos que en los premios literarios abundan los rumores de apaños y pucherazos, si bien no es frecuente contar con la posibilidad de leer en la prensa el detalle de esos mangoneos.
En esta ocasión lo relata el diario de Burgos, que presta voz a los miembros del jurado de preselección, los cuales se quejan de que el poemario ganador no se encontraba entre los finalistas.
Para los legos en la materia, en el premio estaba metida la editorial Visor, cuyo amo, Chus Visor, es conocido en todo el mundo literario por sus turbios manejos, así que el enredo era previsible. Lo que no tiene desperdicio es la  declaración del presidente del jurado, Luis García Montero:
 «Cuando al responsable de la editorial o a un miembro del jurado le llega la noticia de que alguien se ha presentado al premio, tiene derecho a pedir que su libro se añada  a la deliberación. Esa es la costumbre establecida en la inmensa mayoría de los concursos literarios y eso es lo que ocurrió en el Premio Ciudad de Burgos»
O sea, que, en un premio en el que los concursantes se presentan bajo pseudónimo para garantizar que se juzga la calidad de la obra y no otra cosa, el jurado pide leer una obra en concreto.
Como postula la famosa cita apócrifa: «Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras»

lunes, 22 de octubre de 2012

Sexismo bueno, sexismo malo


El domingo fui al a ver  Brave en compañía de mis hijos. De entrada, admito que la película me pareció divertida e ingeniosa, pero llama la atención (incluso para alguien que apenas se fija en esas cosas) el descarado sexismo de la misma, si bien, como en este caso se ha hecho escarnio del género masculino, ninguno de los habituales paladines de la igualdad ha levantado la voz.
Si un extraterrestre acudiese al cine, tras ver la cinta albergaría el absoluto convencimiento de que los humanos dotados con cromosomas XY son unos completos tarados: en el mejor de los casos unos nobles brutos, en otros brutos, sin más apellidos.
No es que una película así me moleste demasiado, la realidad es la que es, no la que cualquiera se empeñe en pintar, pero si me enoja la diferencia de raseros.

martes, 16 de octubre de 2012

lunes, 15 de octubre de 2012

Toreros de salón


A lo largo de los últimos meses, he recibido media docena de veces un correo electrónico alumbrado (nunca mejor dicho) por un iluminado, encabezado por el sugerente título: “Es tan fácil y a la vez tan difícil”. El texto de marras propone lo que en él se denomina “proteccionismo a lo bestia” (cuando en realidad debiera llamarse proteccionismo de andar por casa o de todo a cien) y que consiste en que todos los españoles, durante tres meses, dejemos de consumir productos procedentes del extranjero. El avezado economista de salón asegura que, con esta medida (copio textualmente), se iniciaría un proceso de reactivación espectacular de nuestra economía, crecería el empleo, recaudaríamos impuestos y podríamos saldar definitivamente la deuda que nos está hundiendo”.
Por supuesto, el aspirante a salvapatrias no ha caído en la cuenta de que todos los hidrocarburos y buena parte de la electricidad que consumimos son importados, así que absténganse de usar el vehículo y el transporte público, así como de encender la luz   o poner la calefacción. También son foráneos los ordenadores, móviles y demás productos electrónicos, por lo que deberemos volver al ábaco y las señales de humo.
La lista es larguísima y podría seguirse ilustrando con ejemplos hasta el infinito, si bien el supuesto desfacedor de entuertos tampoco se ha percatado de que los países afectados por nuestras medidas proteccionistas actuarían en consecuencia, boicoteando los productos españoles (recuerden lo que ocurrió hace unos años con el cava catalán), y a ver entonces qué haremos con nuestros pepinos, pimientos y con nuestros coches, que se exportan en una importante proporción, por no hablar del turismo.
No hace falta ser un Nobel de economía para saber que autarquía es uno de los sinónimos de ruina y miseria, y ya los antiguos fenicios eran conscientes de que el comercio exterior es una de las claves de la prosperidad de un pueblo, por lo que resulta epatante que teorías como la citada rebroten una y otra vez.
En todo caso, lo que más llama la atención no es que un cantamañanas pergeñe esta disparatada y pueril solución para la maltrecha economía patria, sino que tanta gente la dé por buena y la mantenga circulando por la red. Este hecho prueba que buena parte de la población, cuando se la saca de su ámbito laboral cotidiano, es incapaz de distinguir una idea genial de un dislate absoluto, circunstancia de la que se aprovechan los políticos para perpetrar los mayores desmanes y seguir obteniendo el voto de los damnificados.
Cuando la ciudadanía se encuentra desesperada, como ocurrió en la Alemania de los años treinta, es capaz de aferrarse a cualquier teoría que disienta de la oficial como a un clavo ardiendo, y todos sabemos las funestas consecuencias que esto puede acarrear.
La pasada semana los noticiarios proclamaban, como una estadística más, el terrible dato de que el 40% de los niños españoles se encontraban por debajo del umbral de la pobreza y el 14% del de la pobreza absoluta. Por desgracia, el número de personas desesperadas comienza a ser preocupante, y sólo falta algún demente que sepa catalizar toda esta impotencia.

martes, 9 de octubre de 2012

Cuestión de cabeza (Microfábula IV)


La cabeza estaba harta por completo de esos pies perezosos, malolientes e infectados de hongos. En concreto, le enervaba esa manía suya de no correr lo mismo que ella y que  la obligaba a rezagarse.
También odiaba a las manos, para que negarlo, tan delicadas que a la mínima se cubrían de ampollas y callos, y tan torpes que nunca eran capaces de ejecutar con precisión la pura perfección de sus pensamientos.
Puestos en materia, también la enervaba el estómago, insaciable, siempre pidiendo más y luego quejándose acto seguido. Y el corazón, tan presuntuoso él, pero que se negaba a obedecer sus dictados y se quebraba al menor contratiempo.
Decididamente, estaría mejor sin toda esa caterva de inútiles, y es posible que se decida a abandonarlos.
Como si fuera posible.

PD: Pueden darle a la cabeza un nombre del norte de España o de Europa, es indiferente.