El hecho de que ZP, profeta laico donde los haya, se decida a visitar al sumo pontífice parece extraído de una profecía de Nostradamus, si bien tiene todo el aspecto de ser un guiño para arañar votos de este personaje nihilista y derivador, que no cuenta con más aspiraciones que la de perpetuarse en el cargo.
Y el desplante de Berlusconi, un tipo chusco y tabernario incomprensiblemente elevado a presidente, por una parte entroniza al nuestro como San ZP Bueno Martir, y por otro corrobora su insignificancia política y personal, ya que todos los perdonavidas, como el presidente italiano, sólo se atreven a alardear con el más alfeñique de la clase.
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2 comentarios:
Me gusta la etiqueta "Hablemos del gobierno", me recuerda a aquel "la próxima semana, hablaremos del gobierno" de Tip y Coll (paleolítico superior a la derecha según se entra). Lo de ZP con el Papa y luego con Berlusconi, que es un bufón de feria, un cantante de crucero como mucho (con permiso de los cantantes de crucero, que tienen su mérito), es de traca. Pero ya de morirse de risa lo de la depresión de Felipe González y Zapatero diciéndole que no, que de depresión nada. Y así seguimos....
Admito el plagio , amiga Aurora.
Un abrazo.
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