…pero en
ocasiones, muchas más de las que cabría suponer, actúa como si lo fuera.
El escaso 10
o 15% del electorado que no tiene su voto adjudicado de antemano, hagan lo que
hagan los partidos o los candidatos, actúa por pulsiones, casi actos reflejos,
con el raciocinio de un geranio y la memoria de un pez.
Por eso, los
políticos no demuestran ningún pudor en mentir como bellacos. Recuerdo a Solchaga
negando sin rubor la presencia de la crisis cuando era más que patente, pues,
en política, es mucho más importante aparentar que se tiene razón que el hecho
de tenerla.
También por eso,
los políticos, en las campañas, apelan más a los sentimientos (en especial a
los más primarios) que a las razones, y los debates, en lo poco que tienen de
debate y no de mitin por turnos, parecen más una trifulca de patio de vecindad
que una discusión (en lo que tiene de discurso) de aspirantes a mandatarios.
Dicho lo
dicho, no es de extrañar que el PSOE base su campaña en negar la recuperación y
el PP en amenazar con una nueva recaída si vuelven a mandar los socialistas. Tenemos
la campaña que nos merecemos: la de los bajos instintos y razonamientos de infantes
de primaria.
Prueba fehaciente de que los políticos no son humanos: Cañete sale del armario y desvela su condición de XMen en el cartel electoral del PP para las europeas. |