El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

sábado, 23 de enero de 2010

Decálogo por entregas (por fin X)

Tras leer este decálogo, repara en lo que halles en él de acertado y ríete de lo que consideres pura ingenuidad o presunción. Después olvídalo, y sigue escribiendo como siempre (para eso están los decálogos).

8 comentarios:

Er Tato dijo...

Pues acabas de cepillarte el quinto mandamiento de tu decálogo, pero como lo he olvidado, ahora no recuerdo lo que decía. ;-)

Un abrazo

Juan Carlos Garrido dijo...

Amigo Tato:
El punto 5, al igual que el resto, reza sobre cuentos, no sobre decálogos.

Además, a poco que conozcas al autor, debieras saber que el punto 10 era inevitable, no sorprendente.

Saludos.

Sombras en el corazón dijo...

Siempre se extrae algo útil; ya sea por seguir algún punto... o por intentar hacer todo lo contrario...
Más que decálogo, ya me estoy haciendo mi biblia particular desde hace años y no se acaba nunca; siempre aprendiendo.

Un abrazo

Juan Carlos Garrido dijo...

... y malo del día en que no se aprenda.

Un abrazo.

Olga Bernad dijo...

Sanísimo final. Si quien te conozca debe saber que este final era inevitable y no sorprendente (siguiendo las prioridades de tu tu propio decálogo: eso se llama coherencia;-) debes de ser un hombre que merezca la pena conocer.
Saludos, S.C.
Ha sido bonito mientras duró.

Juan Carlos Garrido dijo...

Muchas gracias por los halagos, Olga, pero me temo que soy alguien que gana bastante por escrito.

Saludos.

Juan Carlos Garrido dijo...

Se me olvidó comentar que lo de conocer al autor hace referencia a que el citado no cree en dogmas, ni siquiera en los propios.

Saludos.

Olga Bernad dijo...

Así lo entendí. Aunque yo creo en alguno, hay verdades que son verdad.
A mí que alguien gane por escrito ya me parece bastante bien;-), sobre todo teniendo en cuenta lo que una lee a veces (por equivocación, claro).
Buen día.