El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Lo mío ni lo mientes

Ha bastado que la presidenta de Madrid anunciase que iba a reducir el número de liberados sindicales en la administración autonómica a lo que indique el estatuto de los trabajadores (esto es, hacer cumplir la ley), para que Cándido Méndez se lance a degüello, con una contundencia y celeridad muy superiores a las que demostró ante el decretazo de recortes sociales.

Visto lo visto, uno se pregunta (en realidad no lo hago, apenas es una forma retórica de hablar) qué le preocupan más a los sindicatos, si los derechos de los trabajadores o los cholletes de quienes los representan.

11 comentarios:

Lisset Vázquez Meizoso dijo...

El tema de los sindicatos me fastidia, lo admito, porque conozco a algunos que efectivamente, se dejan el pellejo luchando por sus derechos y los de sus compañeros, pero mi experiencia más habitual con ellos, ha sido encontrarme con unos tipos que vivían del cuento viajando a otras oficinas para comerle el coco a la gente y no trabajar. Y uno por supuesto, haciendo el trabajo de ellos mientras ellos de palique en alguna cafetería. Luego conociéndolos a nivel personal, te das cuenta del calado real de la persona y ya se te caen todas las vendas de los ojos. Una imágen para la galería y otra de puertas adentro. Unas palabras les salen por la boca y otra filosofía es la que viven a diario en sus vidas. En fin, me parecen en general, una panda de hipócritas, aunque como te digo, hay excepciones. He conocido gente maravillosa, pero bueno, esa la hay en todas partes, pero siempre son más silenciosas y no meten tanto ruido. Un abrazo con aroma de azahar.

Juan Carlos Garrido dijo...

Evidentemente, tiene que haber de todo, y esos delegados que se dejan la piel por sus compañeros, paradójicamente, suelen ser aquellos que accedieron a ser delegados porque nadie quería serlo.

Un abrazo.

Máster en nubes dijo...

Como Lissete, he conocido de todo, pero la mayoría, en empresas grandes para las que he trabajado, es por goleada gente que vive como Dios sin dar un palo al agua. Lo de la huelga ya ni hablo, vaya cara que se gastan...

mujer prevenida vale por dos dijo...

Aquí van a pagar justos por pecadores, pero de otra manera nos luciría el pelo en éste país si delegados sindicales en lugar de "aprovecharse" de su puesto hubieran cumplido con su obligación que era/es la de mojarse el culo
Pero cuando para algunos su costumbre es acostumbrarse a no trabajar...

(Claro que con un presidente que dice que el que "se forma" está trabajando se llega al punto en que hasta el que está leyendo el periódico en el bar se siete trabajador... )

Juan Carlos Garrido dijo...

Aurora:
Es cierto, cuanto más grande la empresa, más escaqueo.

Cauta y valiosa mujer:
Son los peligros de generalizar, pero el hecho en sí de que exista la figura del liberado es una perversión, ya que los que aspiran a ella son los más "perros".

Saludos.

Er Tato dijo...

Se pregunta usted qué les preocupa más. Por supuesto, los derechos de los trabajadores, Juan Carlos. Pareciera que lo dudase usted, que parece un neoliberal. ;-P

Saludos

Juan Carlos Garrido dijo...

No lo dudo, amigo Tato, de hecho lo confesé entré paréntesis.
;-b.

Y es lógico que uno parezca cosas extrañas, son los efectos secundarios de beber en la taberna que Ud. regenta.

Saludos.

Sombras en el corazón dijo...

Si, algunas cosas de la vida es mejor no preguntárselas, no vaya a ser que nos respondamos y luego llegan las depresiones...

Un abrazo

Juan Carlos Garrido dijo...

Siempre es sano hacerse preguntas, no tanto algunas respuestas.

Un abrazo.

Mery dijo...

En el tema de los sindicatos he oído mas chascos que bienaventuranzas.
Lo suyo, suyo es...por muy socialistas que digan ser.

Juan Carlos Garrido dijo...

Quizá, en la época que vivimos, no tengan demasiado sentido unos sindicatos de clase, vestigio de otros tiempos.

Saludos.