El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

martes, 7 de septiembre de 2010

¡Viva la ESO! (Y olé)

Acabo de recibir uno de esos correos graciosos que alguien, sin duda con demasiado tiempo libre, redacta y se encarga de hacer circular. El caso es que, más que el contenido en sí, llamaban la atención las faltas ortográficas y gramaticales (19 en media página).

Lo mejor de todo es que no tengo ninguna duda de que, si me cruzara con el interfecto y le reprochara sus incorrecciones, se reiría en mi cara y alegaría que, mientras que se le entienda, no pasa nada.

En efecto, esto no es nada comparado con lo que ocurrió la semana pasada en Becerril de la Sierra. Resulta que dicho pueblo organiza un certamen literario (que por fortuna un servidor desconocía y no concurrió a él) y, sorpresa de las sorpresas, resulta ganadora la concejala de cultura del citado municipio. Pero ahí no acaba todo, sino que la señora tiene la desfachatez de colgar el texto ganador en la web del municipio (en concreto aquí) y cualquiera que lo lea puede comprobar que el primer párrafo contiene un echo (de hacer) que no es la única ni la mayor de las incorrecciones del mismo.

Al margen de corroborar que buena parte de los jurados están integrados por sinvergüenzas o iletrados, cuando no ambas cosas a la vez, uno no puede dejar de preguntarse qué clase de país estamos creando, y qué futuro nos aguarda.

10 comentarios:

Er Tato dijo...

Secillamente espectacular, Juan Carlos. A lo mejor, si no te importa, hago alguna entrada sobre este asunto en la taberna.

Un abrazo

Juan Carlos Garrido dijo...

Claro que no me importa, amigo, muy al contrario.

Un abrazo.

J. G. dijo...

Otras veces es al revés. Un escritor de por aquí que tú conoces le concedió el Ayuntamiento un premio para carmarle los ánimos en sus artículos de opinión.

Juan Carlos Garrido dijo...

Siempre ha habido paniaguados en la literatura, en especial cuando alguien se empeña en vivir de algo de lo que sencillamente no se puede vivir, pero no menos que maledicencia, en particular para buscar razones inconfesables a premios que uno estima que debiera haber ganado en lugar de quien lo hizo; no obstante y admitiendo mi ignorancia, me extraña en sobremanera lo que apuntas, si bien, a estas alturas, no pongo la mano en el fuego ni por mí mismo.

En todo caso, si lo de Becerril saliese en "La escopeta nacional XIV", algunos tacharían a Berlanga de surrealista y exagerado.

J. G. dijo...

Como todo tendrán sus matices, incluso puede ser hasta mentira, símplemente me lo contaron (en plural) así.

dany dijo...

¡¡Increible!!!
Para no dormir.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Y yo cada día más preocupado por mi ortografía.
Seré gilipollas, así no llegaré nunca a edil.
Un abazo.

Juan Carlos Garrido dijo...

Dany:
Siempre se ha hablado de casos así, incluso en época de Cervantes:
"... y si es que son de justa literaria, procure vuestra merced llevar el segundo premio, que el primero siempre se lleva el favor o la gran calidad de la persona, el segundo se le lleva la mera justicia, y el tercero viene a ser segundo, y el primero, a esta cuenta, será el tercero, al modo de las licencias que se dan en las universidades; pero, con todo esto, gran personaje es el nombre de primero."
(Don Quijote, Capítulo XVIII)


Rafael:
Para ser concejal, de los que tienen sueldo, uno sólo ha de preocuparse de medrar.

Saludos a todos.

Mery dijo...

Qué pena penita peeeenaaaa

Mery dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.