miércoles, 25 de mayo de 2011
El hombre que fue jueves.
A mi parecer, la novela de Chesterton es un excelente ejemplo de obra que no envejece bien. Se intuye en ella una suerte de candidez postvictoriana, los personajes son estereotipados y poco creíbles, la forma en la que el autor retuerce la trama para sorprender al lector alambicada e inverosímil, y el final, equívoco, pero que Borges hubiera odiado al instante, porque convierte un argumento fantástico en un sueño, o algo parecido, es tramposo y poco original.
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3 comentarios:
Juan Carlos,sin animo de agradar coincidiendo contigo,
me costsó terminar el libro.
Me pareció que su inicio era brillante, pero efectivamente, a medida que avanza, se va desinflando.
Una recomendación para reconciliarse con Chesterton: Ed.Renacimiento acaba de sacar una edición estupenda de ENORMES MINUCIAS, una recopilación de artículos periodísticos estupendos.
Un abrazo.
No me hace falta reconciliarme con él, que no me he enfadado,pero tomo nota de tu recomendación.
Yo estoy comenzando a leer "Palacio quemado", de Edmundo Paz y tiene una pinta estupenda.
De vez en cuando, me doy una vuelta por los estantes de la biblioteca y escojo un libro porque me gusta su canto: suelen ser con los que más acierto.
Saludos.
Algunos de los libros más apreciados de mi biblioteca han llegado a mis manos por ese procedimiento. En cualquier caso, aunque no se acierte, siempre queda el gusto de pasearse entre los estantes y leer los cantos.
Un abrazo.
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