Leo
en La
Razón las nuevas ocurrencias del PSOE que van a presentarse en el
congreso de Sevilla como solución para acabar con la crisis: identificar con un
chip a “los ricos” para que paguen
más por los servicios públicos (Ud. no se descuide, que algunos pueden
considerarle rico por el hecho de tener un trabajo fijo y una vivienda a medias
con el banco) y reducir la jornada laboral a seis horas para que se reparta el
empleo.
Constato
así que, a pesar del batacazo en las urnas, no quieren entender que el elector
está harto de estas ocurrencias peregrinas que tanto se parecen a los inventos
del profesor Bacterio, de cambios de
límites de velocidad y de planes E de mucho cartel y pocas nueces.
Por
el contrario, los candidatos que se presentan al congreso son dos exministros
del malogrado zapaterismo, contaminados de fracaso electoral y fracaso en el
gobierno de la nación, que nunca llegaron a mostrarse críticos con la política de
buenas intenciones y despropósitos del ex presidente, uno de ellos con el
agravante de que además fue quien llevó al partido a la debacle hace apenas
unos días.
No
me creo que el PSOE no pueda ofrecer otras candidaturas que estas quemadas de
antemano, y la única explicación que se me ocurre es que dan por segura la
próxima derrota electoral y nadie quiere asomar la cabeza hasta que se haya
sacrificado al próximo chivo expiatorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario