El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

viernes, 13 de marzo de 2015

El dedo en la boca, el dedo en la llaga

El gesto del ministro, mandando callar a la diputada de UPyD parece propio de otros tiempos u otras latitudes. En cualquier caso, resulta absolutamente impropio para cualquier occidental del siglo XXI, mucho más para un ministro, que debe cuidar de sus palabras y sus actos cien veces más que un ciudadano cualquiera.
Sin conocer las interioridades del caso, parece evidente que el ministro no se ha preocupado de salvaguardar los derechos de la ex comandante como es debido. También encuentro admirable que UPyD haya ejercido de valedor de la citada, tanto como que fuera el único partido que pidiera en el parlamento Europeo medidas concretas, a la americana, y no solo vergonzante tibieza verbal en respuesta a los atropellos que está sufriendo la oposición y, en general, todo el pueblo venezolano. Tan admirable, como deplorable la cobardía de Podemos, incapaz de morder  la mano que le da de comer, y patética y trasnochada la postura de IU, con unos patrones de conducta, anclados en la guerra fría, que le impiden condenar  a cualquier gobierno que huela, aunque sea vestigialmente, a comunismo.

UPyD viene demostrando largo tiempo que es un partido con principios éticos y que actúa conforme a ellos, un partido serio y sin grandes alharacas. No obstante, parece que va a ser devorado, por la izquierda y la derecha, por los dos partidos de nuevo cuño, que están sabiéndose vender mejor en los medios.

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