El resultado
de las elecciones andaluzas ha supuesto la primera evidencia de la ruptura del bipartidismo
en España, reemplazado por un
tetrapartidismo en el que dos formaciones de nuevo cuño devoran a dos existentes,
IU y UPyD, e irrumpen con una fuerza desconocida para sus antecesoras.
A pesar de la
victoria en minoría, el resultado, menos fragmentado e ingobernable de lo que
cabría esperar, es un éxito indudable para la líder socialista, que se jugó su
carrera emergente en un órdago a la grande sin mirar las cartas. Falta por ver cómo resultará en el conjunto
de la nación, con un electorado menos inmovilista que el andaluz.
En otro orden
de cosas, Pablo Iglesias y Tania Sánchez rompen en las redes sociales, una
escenificación propia del SXXI, en el que los divorcios, dentro de unos años,
se realizarán eliminando a tu pareja de la lista de contactos. La duda que
queda es si se trata de una ruptura de opereta, mero fingimiento y representación,
o la pareja es de veras tan fría y desalmada que anteponen su ambición política
a los sentimientos.
Aunque puede
que ambas hipótesis sean ciertas.
3 comentarios:
Bueno, tanto como ruptura del bipartidismo...
En Andalucía llevamos 33 años sin bipartidismo -ya sabes, eso de la alternancia en el poder-, y caminamos ya a por los 37. Es complicado romper lo que no ha existido.
Saludos
Es cierto que lo de Andalucía parece más un régimen hereditario que uno consultivo, si bien la representación de los terceros partidos se ha multiplicado por 2.42, y , más que el cambio en sí, lo importante es el cambio de tendencia.
Saludos.
Me alegra comprobar que vuelve a haber movimiento en este blog.
Un abrazo desde Melilla.
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