El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

domingo, 23 de junio de 2013

¿Diligencia encomiable?

En los últimos días, hemos tenido ocasión de comprobar cómo la fiscalía acudía en auxilio de dos encausados por defectos en la instrucción.
Hasta aquí todo sería maravilloso si uno de ellos no fuera el antiguo presidente de Bankia y la otra la hija del rey.  No voy a negar que a cualquiera le gustaría recibir ese trato de la fiscalía si alguna vez se llega a encontrar en la misma situación, pero dudo que ni siquiera el más ingenuo aventure a imaginar que esto pueda llegar a sucederle a un ciudadano común, a uno a los que le detraen un significativo porcentaje de su nómina justamente para pagar a la fiscalía, entre otros gastos del estado.
Además, no se puede dejar de lado que a Blesa se le libera porque las pruebas con las que le imputaron pertenecían a otro sumario cerrado, no porque no existan indicios más que razonables de culpabilidad.
Esto último incide, una vez más, en la necesidad de reformar la justicia. Tenemos una entidad de la época de la ilustración en plena era de la información, un dinosaurio vivo, enorme, monstruoso e ineficiente.
Y lo que es peor, tenemos una justicia que no concuerda con la idea abstracta de justicia que tiene el ciudadano medio, y eso constituye un grave problema.


jueves, 20 de junio de 2013

Mariano Manostijeras

Admito que, aunque este presidente será recordado por la posteridad como el campeón del recorte, jamás llegué a creer que se atreviese a acometer la reforma de la administración que anuncia estos días.
En todo caso, y aún que aún está por ver que se cumpla la máxima que anuncia: “una competencia, una administración”, no puedo dejar de reconocer la valentía de Rajoy al osar siquiera plantear meter mano al abrevadero de familiares y amigos, cementerio de elefantes y pagadero sin fondo de favores en el que se han convertido buena parte de las administraciones, en especial las autonómicas.
No es de extrañar que la oposición, casi en bloque, se haya opuesto a la citada, pues estos cholletes son la única forma que les queda de acomodar a sus cesantes.
Desde  esta página, a menudo hemos clamado porque siempre se fuera a por la cartera más débil, la del contribuyente, se recortase el salario a funcionarios y se despidiera a muchos interinos, la mayor parte de ellos desempeñaba labores esenciales en la educación y la sanidad, en lugar de cerrar estos sumideros de fondos públicos instalados en muchas administraciones.
Ya veremos en qué queda todo.

miércoles, 19 de junio de 2013

Literatura en corto

Hace unos días, Pablo Garcinuño me invitó a participar en su programa “Literatura en corto”, donde tuvimos ocasión de charlar sobre literatura e incluso dramatizaron un par de mis micros.

Puede escucharse aquí

miércoles, 12 de junio de 2013

Nada nuevo bajo el sol

La pasada semana, de compras en una gran superficie, me topé con un libro cuyo título me llamó la atención. La reseña de la contraportada hizo que se me acelerase el pulso, pues el argumento era más que notablemente parecido al de mi última novela. La semblanza del autor, que me resultaba desconocido, postulaba que era español. Pero las coincidencias no acababan ahí, sino que el libro, una novela histórica, arrancaba con una escena muy similar a la del mío, protagonizada por un personaje real poco popular, e incluía la reproducción del mismo documento histórico.
Mi libro ha pasado ya por un certamen, y participa en otro ¿Era posible que el autor fuera uno de los lectores de preselección que se hubiera apropiado de  mi idea?
No pude resistirme a comprar el libro. Más tranquilo, en el hotel, pude comprobar en el copyright que el libro era varios años anterior al mío. Ahora, que he leído dos terceras partes, he verificado que las diferencias son notables.
Aun así, yo pensaba haber escrito una novela muy original y con una nueva perspectiva, y me encuentro con esto, prueba irrefutable de lo complicado que resulta tener una idea novedosa y la verdad que encerraban las palabras de Baroja cuando afirmó: “Lo que no es autobiografía es plagio”.

martes, 9 de abril de 2013

La cosa noostra



Antes de nada, aclarar que un servidor no es nada mitómano y, en caso de serlo, la última persona que inspiraría tal sentimiento sería ese medrador profesional que comenzó corriendo tras una pelota en pantalón corto y camiseta, y acabó persiguiendo pelotazos con trajes cortados a medida y un contrato matrimonial por bandera.
Al margen de estas disquisiciones, lo que está probando, una vez más y por si no estuviera bastante claro, que si algo no es la justicia española es universal y, por más que se empeñen en proclamar que los españoles somos iguales ante la ley, cada vez resulta más evidente que unos son más iguales que otros.
Resulta desconcertante, casi apuntaría berlanguiano,  que el ministerio fiscal, en lugar de afanarse en perseguir a los infractores de la ley, se dedique a meter palos en las ruedas del juez instructor. Imagino que Isabel Pantoja y Maite Zaldívar, en su calidad de consortes de un presunto chorizo, hubieran deseado recibir el mismo trato.
Para colmar el vaso, ahora resulta que la fiscalía se posiciona para que alguien que está encausado y con firmes indicios de culpabilidad, pueda salir del país. Si la justicia ejerce tan descaradamente de mamporrera de la casa real, todo asomo de independencia e imparcialidad se desvanece.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Acabar con el dinero negro es fácil


Bastaría con retirar el dinero en metálico y cualquier clase de efecto anónimo. Hoy en día la tecnología lo permitiría perfectamente, al menos en los países occidentales.
Y no sólo se acabaría con el dinero negro, sino con la economía sumergida, a la vez que dificultaría todas las actividades delictivas relacionadas con el crimen organizado, como el tráfico de drogas y la trata de blancas.
Es cierto que entonces el estado (léase hacienda) se convertiría en ese gran hermano que todo lo sabe, si bien ya lo es para el ciudadano común, como tiene ocasión de comprobar cuando recibe el borrador de la declaración de la renta, y este escrutinio sólo resultaría nuevo para los que defraudan al fisco.
Por supuesto que habría quien encontrase las mañas para burlar este control, pero sería a una escala mucho más reducida y más fácil de perseguir que las bolsas de basura llenas de billetes.
No faltará quién se pregunte que por qué demonios no se hace de inmediato, y ningún mandatario podrá responderle con sinceridad. El hecho es que una parte importante de la economía patria permanece sumergida y los gobernantes saben que el país no puede sobrevivir sin ella, así que tienen que simular que la combaten.

lunes, 4 de marzo de 2013

Italia estornuda y a España le sube la fiebre


Peculiaridades de esta economía globalizada y caprichosa como una muchachuela malcriada: los italianos parecen sufrir un episodio de demencia colectiva y votan en masa a un tipo al que jamás uno le confiaría siquiera el coche para ir al supermercado, alguien con nombre casi de chiste y aspecto de mesías zumbado, a medio camino entre Einstein y Andy Warhol, y la que se resiente es la ya bastante maltrecha economía española: nuestra prima de riesgo vuelve a entrar en ebullición mientras que el Ibex se derrumba.
Nunca fue más certero el viejo dicho de que “A perro flaco todo se le vuelven pulgas”, y cada eventualidad de la política internacional parece afectarnos, siempre de forma negativa. Viajamos en el vagón de cola de Europa, el reservado a los menesterosos, y cualquier vaivén nos arroja al suelo.
Mientras tanto, un nuevo sondeo revela que, entre los dos grandes partidos, apenas superarían el cuarenta por ciento de los votos. Es cierto que se lo están ganando a pulso, que el ciudadano común está ahíto de Bárcenas, Amy Martins y contiendas cainitas en el PSC a costa de España, y hambriento de empleo, cuando no, en los casos más dramáticos, de mero pan, pero no menos cierto que esta balcanización a la italiana sería mala para los grandes partidos, pero mucho más para el país.
Cada día, parece más evidente que la sociedad reclama una verdadera regeneración política e institucional, una auténtica catarsis, mientras que los políticos profesionales se limitan a ocultar la cabeza debajo del ala y rezar para que escampe el temporal, cualquier cosa por mantener el cargo, aunque sea a costa de España, como si viviéramos una situación que pudiera arreglarse sola. Se quejan de su mala imagen y de la desafección de la sociedad, y lo único que hacen para remediarlo es ofrecer cada día un nuevo escándalo, carnaza para la prensa política que, por desgracia, cada vez se parece más a la amarilla.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Espías de playmobil (y II)


Como decíamos ayer, ni siquiera para espiar valemos en este país, y parece que los fisgones de Método 3 se limitaban a cotillear las sobremesas de los políticos patrios en la Camarga  y otros restaurantes de postín donde nuestros representantes se homenajean con cargo al contribuyente o a Corrreas y similares, que viene a ser lo mismo.  
No estaría mal que, por una vez y sin que sirva de precedente, se hicieran públicos los dossieres incautados a la agencia para que pudiésemos dar fe de los chistes subidos de tono y el nivel intelectual general de nuestros políticos cuando se quitan la careta de personas respetables.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Me quedan 30 libros


Servidumbres de publicar con una editorial pequeña: el editor me deja en depósito los restos de la primera edición para que los coloque, y, hasta que no lo haga, no sale la segunda en tiendas convencionales (Casa del Libro y Corte Inglés).
El caso es que, después de que todos mis  familiares amigos y conocidos tengan un ejemplar dedicado, aún me quedan 30 libros para liquidar la primera edición, así que, si alguien desea adquirir un ejemplar, dedicado o no, se lo envío por correo. Basta con que me envía un mensaje al correo que aparece en mi perfil.

martes, 12 de febrero de 2013

Por un puñado de globos



Cuando servidor estaba firmemente convencido de que la tontuna de ciertos políticos era insuperable (aquí y aquí), la realidad se empeña en demostramos que el límite de la estulticia es infinito.
Si en su día ya considerábamos que vender la honorabilidad por un puñado de trajes encarnaba el colmo de la estupidez, hacerlo por un puñado de globos es tan absurdo que no tiene siquiera nombre.
En todo caso, Pedro Gonzalez, gerente de interglobo, ha reconocido públicamente que instaló en dos ocasiones los globitos de marras en casa de la ministra y que ella misma le indicó donde y como ubicarlos, así que ni siquiera puede alegar ignorancia.
Parece un hecho probado que Ana Mato ha metido la cuchara en la olla podrida de Correa, y debe dimitir o ser cesada: no existe otra alternativa.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Los papeles y el papelón



Alguien me ha comentado su extrañeza porque un servidor no se haya pronunciado al respecto. Aunque es público y notorio que el que suscribe no va a romper una lanza en defensa de la integridad de los políticos, lo cierto es que no tengo claro qué pensar al respecto.
Por supuesto que no me extrañaría que hubiera contabilidad B en el PP o en cualquier otro partido, ni de que se repartieran incentivos en sobres, incluso en bolsas de basura, pues es de dominio público que los políticos son de los de “haz lo que yo digo, no lo que yo hago”.
No obstante, en este caso me extrañó que apareciesen los papeles justo cuando se estaba procesando a su presunto autor, si bien el asunto comenzó a oler verdaderamente mal en el momento en el que Bárcenas desmintió su autoría a destiempo y después de que esta hubiese sido confirmada por varios peritos.
Lo que resulta indudable es que, desde que aparecieron los papeles en cuestión, se ha hablado mucho más sobre ellos que sobre la millonada de la que disfrutaba el ex tesorero, que parece haber brotado como champiñones en la oscuridad de sus cuentas suizas.
A pesar de todo el revuelo, a mí me preocupa más el dato que se colaba ayer a hurtadillas en los noticiarios: el paro subió en enero en más de ciento treinta mil personas, dejando una cifra de casi cinco millones de desempleados.
Insisto en que ésta es la mayor tragedia social que recuerda nuestro país desde la postguerra, y no sólo por el problema económico que supone, sino porque un desempleado de larga duración es alguien al que se le está privando del derecho a sentirse una parte útil de la sociedad, y por tanto de parte de su dignidad, y constituye un problema humano de primera índole.
Lo peor de todo es que Marianín ha ido a visitar a doña Ángela, la que tiene la sartén por el mango, para pedirle que abandone esta suicida política de recortes y la jefa se ha limitado a despacharle con una tibia promesa de ayudas europeas para el desempleo juvenil, algo equivalente a tratar a un desnutrido terminal con un par de gominolas.
Éste es el verdadero papelón de Rajoy, y no unos apuntes contables apócrifos.

miércoles, 30 de enero de 2013

El ventilador



Diego Torres, el socio del duque empalmado, se ha empeñado en actuar como un inmenso ventilador que rocía mierda a todo quien se ponga a su alcance; el último en disfrutar de este privilegio ha sido García-Revenga, secretario de las infantas. Cabía esperar que el resto de imputados, de alto abolengo, iba a tratar de hacerse el tonto y volcar toda la responsabilidad en él, que, con loable previsión, ha tenido buen cuidado de ir acumulando carnaza que arrojar al instructor.
Pero la mierda no se restringe a la casa real, sino que tenemos al ex tesorero del partido en el gobierno imputado e indultando millones de euros que Montoro no es capaz de encontrar, ayuntamientos enteros comprados por la mafia rusa y periodistas virtuales con retribuciones de ensueño. Tenemos tonadilleras y abnegadas ex esposas que veían llegar a un alcalde con bolas de basura repletas de billetes de quinientos y tienen la desfachatez de decirle al juez que no vieron nada extraño en ello.
Tenemos un país hundido en la miseria, en el que los de siempre se han pegado el festín del siglo y no han dejado otra cosa que mierda, eso sí, para repartir a carretadas.

lunes, 28 de enero de 2013

Una vida, seis euros


Cuando la justicia se mofa de su propio nombre, se hace un flaco favor a sí misma. Si el ciudadano percibe que la justicia no sólo no es universal, si no que ya no es ni siquiera justa, se desmorona el principal pilar en el que se apoya el estado de derecho: el principio de que los ciudadanos estamos sujetos a las mismas obligaciones y responsabilidades.
El sentido del indulto dentro del estado de derecho es hacer valer la justicia aplicando el espíritu de la ley allí donde la letra de la misma impide llegar. Cuando lo que se hace es ciscarse en la letra de la ley, en su espíritu y en la madre que las trujo, se incurre en una conducta tan abyecta para la que ni siquiera soy capaz de encontrar nombre.
De ningún modo se puede perdonar lo que parece haber sido un intento de suicidio con absoluto desprecio a las vidas que pudiera llevarse por delante en el mismo. La pobre excusa de que “no recuerda nada”, una evidente consigna de abogado poco ingenioso, resulta tan indignante que sólo por ella hubiera debido denegarse el indulto.
Si además en el escándalo se vislumbra la sospecha de que se ha tratado con favoritismo al encausado por estar involucrado un familiar del ministro del gremio, los niveles de infamia se elevan exponencialmente.
Las pobres escusas de la vicepresidenta, prometiendo que “el gobierno se mostrará mucho más riguroso si cabe” en el futuro huelen tanto a mierda que uno no entiende como pudo pronunciarlas sin vomitar. Y lo peor de todo, el precio en que se ha tasado la vida de un pobre muchacho de veinticinco años: seis euros al día, más o menos lo que se gasta un fumador empedernido en tabaco.

viernes, 25 de enero de 2013

Quiero ser Amy Martin


No seré yo quien desmienta que Amy Martin era en realidad la esposa de Carlos Mulas, pues es bien conocido que el trabajo provoca urticaria  y anafilaxis en los medradores seculares y cazadores de cholletes.
En todo caso, este escándalo ejemplifica a la perfección el modelo de clientela y pesebrismo que pudre cualquier cosa que permanezca a menos de diez leguas de un político.
Los tres mil euracos de vellón que se embolsaba Mulas, o su mujer, por estos artículos soporíferos, fieros competidores de la valeriana y la dormidina, constituyen el protoparadigma de la corrupción de segundo grado en la que se ceban las manos derechas y allegados a los mandarines oficiales de los partidos, esos rostros sin nombre pero con bolsillo insaciable, como los de Harpo, que le valen al oficio de político el mal nombre que se ha ganado.
En estos manejos, cargos cosméticos, asesorías innecesarias e informes que nunca llegan a ver la luz, se entierran millones de euros de dinero de todos para mayor provecho y engrase de la maquinaria que mueve a los partidos. Admito que estos casos son menos vistosos que las amnistiadas cuentas suizas de Bárcenas, incluso menos mal vistos, si bien, mientras persistan, ningún político tiene derecho a quejarse por la mala fama de su casta.



sábado, 19 de enero de 2013

¿Qué pasó con la crisis?


Supongo que debemos recurrir a ese viejo paradigma que postulaba que si un perro muerde a su amo no es noticia, si ocurre al contrario sí. Se diría que, por fuerza de hartazgo y repetición, la crisis parece haber desaparecido de los medios, o al menos ha sido relegada a unas cuantas pinceladas en la crónica social.
Nuestra prima de riesgo lleva tiempo estancada en unos niveles que, años atrás, hubieran bastado para forzar el rescate de cualquier país, y vivimos la mayor tragedia social que un servidor alcanza a recordar, si bien da la impresión de que nos  hemos cansado de hablar de la crisis, o la hemos asumido como algo inevitable y contra lo que no se puede luchar, como los hielos de enero  o la canícula de agosto, apenas tratar de sobrellevar del mejor modo posible.
En su lugar, no dejamos de oír hablar de corrupción y cuentas en Suiza, de Bárcenas y Puyoles, y de veras se antoja que el país entero se va al carajo, unos ahogados en oro, otros en mierda, y buena parte de los políticos en ambas.
Parece que hayamos asumido la crisis como un feroz temporal, ante el cuál poco más se puede hacer que refugiarse hasta que escampe, ignorando el hecho primordial de que la crisis no va a pasar, sino que tenemos que salir de ella.
Lo malo es que las llaves de la celda las tiene la señora Merkel.