El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

martes, 28 de julio de 2009

¡Marditos roedores!

Para aliviar el tedio estival, tenemos a Blanco (que aparca el fomento, a punto de envenenarse de tanto morderse la lengua) en el Papel de Mr. Jinks, a la CEOE en el de Pixie y al PP en el de Dixie, los dos ratones contumaces que no paran de agujerear la gran casa común que es este portentoso estado del bienestar que ha edificado este ejecutivo.

Según un viejo dicho, “donde se come no se escupe”. Es cierto que ZP se la tenía jurada a Díaz Ferran desde su lapsus línguae (marditos micrófonos), pero esto de no avenirse a servir de mamporrero a su talante ha sido demasiado, y ha azuzado a los podencos, sin pararse a pensar en que, le guste o no, esta obligado a volver a sentarse con él. Si en los negocios uno debe aparcar los sentimientos y afinidades en aras del interés, en la política con mucho mayor motivo. ZP se ha olvidado de que un presidente debe obrar como una madre de familia numerosa, omnipresente y contemporizadora, y, por el contrario, ebrio de poder y alejado del mundo, le gusta contemplarse como el dios justiciero de los judíos.

lunes, 27 de julio de 2009

Los detectives salvajes

La obra de Roberto Bolaño, que le valió el premio Herralde y el reconocimiento internacional, no es una novela convencional, y no sólo por su singular estructura, que a un servidor le cuesta creer que sea del todo premeditada. Aunque su prosa no exhiba la elaborada perfección de la de Juan Manuel de Prada, es evidente que se trata de una de las obras cumbres de la narrativa en español del siglo XX.

Cuando se aborda su lectura, uno imagina que se enfrenta a la típica historia iniciática, a todas luces bien hilvanada, aunque quizás con demasiada profusión de escenas venéreas. No obstante, la segunda parte del libro, un auténtico microcosmos, te sorprende con el paso cambiado y no entiendes por qué ha desaparecido el personaje de Juan García Madero, el protagonista de la primera parte. Sin duda este tramo es el que resulta más original del libro, con una narración coral en la que, de forma indirecta, se van conociendo las andanzas de Lima y Belano, los poetas fundadores del realismo visceral, el último un alter ego del autor.

Para sorpresa del lector, que a estas alturas se pregunta por el sentido de la novela, la tercera parte retoma la narración donde la dejó la primera. Si no hubiese existido la segunda parte, uno asumiría que ha leído un magnífico libro, pero sin las características que le permiten a este ser recordado por encima de otros. Aun así, su lectura deja vivo una suerte de sentimiento de que uno ha contemplado una obra magna, titánica e inabordable, monumental pero inconclusa.

martes, 21 de julio de 2009

Más tontos que hechos de encargo

La anunciada visita de Moratinos a Gibraltar rubrica, una vez más, no sólo la incompetencia de este ejecutivo en lo que se refiere a política exterior, sino su absoluta contracompetencia (si se me permite acuñar el palabro) al respecto. El hecho de que nos avengamos a dorarle la píldora al pendenciero y perdonavidas Caruana me hace evocar la imagen de un tonto de baba que, con tal de salir en la foto, no le importa que le retraten en pelotas, ni que después le roben la ropa.

lunes, 20 de julio de 2009

¿Qué les sucede a nuestros menores?

Ya no sólo se trata de que nuestra ley del menor sea tibia y a todas luces insuficente, sino de plantearse de modo serio y reflexivo por qué estos muchachos, en vez de estar dando patadas a los cantos, o aplicados a cualquiera que sea la ocupación en la que le correspondería tener absorta su mente a una criatura de menos de catorce años, se dedican a violar a niñas que debieran estar jugando a la comba.

Quizás, de algún modo, les estamos robando la infancia a las últimas generaciones, y estas son las consecuencias.

lunes, 13 de julio de 2009

Barra libre

ZP, borracho de tripletes y talante, ha irrumpido en la taberna autonómica gritando: “Pon de beber a todos, que invito yo”, gesto propio de quien no tiene donde caerse muerto y habitúa a beber de fiado.

Este ejecutivo tiene por costumbre alardear de que se ha permitido tal o cual dispendio, como si el dinero saliese de sus propias carteras y no de los castigados bolsillos de los contribuyentes. En lo más crudo de la crisis y con el déficit disparándose como nunca se haya conocido antes, siguen gastando a manos llenas, como un boxeador sonado y venido a menos, o una folclórica con familia numerosa, a quien todos esquilman sin piedad.

Pero lo más imperdonable de todo es que, para más INRI, traten de convencernos de que el hecho de que Cataluña perciba más que la media es un acto de justicia: cualquier reparto en el que aquellos que su renta sea superior a la media cobren más que la media es injusto, pues va en contra del principio de redistribución de la riqueza en el que debiera sustentarse la política territorial de cualquier estado.

viernes, 3 de julio de 2009

El poder de la palabra

Es evidente que algunas autonomías han hecho de la batalla lingüística su razón de ser. Aunque al habitante de dichas regiones este particular no le va a servir para mejorar su nivel de vida, hasta la fecha sí que había supuesto un notable impedimento para que naturales de otras tierras se desplazasen a trabajar a estas. La reforma educativa que pretende impulsar el gobierno autónomo catalán va un paso más allá, pues va a suponer que los alumnos a los que les corresponda sufrirla padezcan inconvenientes semejantes a la hora de trabajar en el resto de España, pues no van a ser capaces de manejar con soltura el idioma común.

A un servidor, esta actitud le resulta tan absurda como incomprensible. En plena era de la globalización, cuando aspiramos a la Europa común y el Inglés se ha convertido en una suerte de esperanto universal, no me entran en la cabeza estos afanes por volver a la autarquía y los reinos de taifas. Me parece perfecto que se estudie Gallego, Catalán o Chino Mandarín, pero resulta a todas luces aberrante que se ponga tanto empeño y se dediquen tantos recursos para las nuevas generaciones ignoren por completo una lengua que les puede servir para desenvolverse en el resto de la nación a la que todavía pertenecen, así como en muchas otras, o que se emplee la lengua, en vez de cómo un nexo de unión y un medio de llegar a otros, como un recurso para fomentar el aislamiento.