Para aliviar el tedio estival, tenemos a Blanco (que aparca el fomento, a punto de envenenarse de tanto morderse la lengua) en el Papel de Mr. Jinks, a la CEOE en el de Pixie y al PP en el de Dixie, los dos ratones contumaces que no paran de agujerear la gran casa común que es este portentoso estado del bienestar que ha edificado este ejecutivo.
Según un viejo dicho, “donde se come no se escupe”. Es cierto que ZP se la tenía jurada a Díaz Ferran desde su lapsus línguae (marditos micrófonos), pero esto de no avenirse a servir de mamporrero a su talante ha sido demasiado, y ha azuzado a los podencos, sin pararse a pensar en que, le guste o no, esta obligado a volver a sentarse con él. Si en los negocios uno debe aparcar los sentimientos y afinidades en aras del interés, en la política con mucho mayor motivo. ZP se ha olvidado de que un presidente debe obrar como una madre de familia numerosa, omnipresente y contemporizadora, y, por el contrario, ebrio de poder y alejado del mundo, le gusta contemplarse como el dios justiciero de los judíos.
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3 comentarios:
Quien no se muerde la lengua, no sangra, y en política, quien no sangra no está vivo.
Buenasss,
Saludos y parabienes semanales :0)
Un abrazo
Saludos desde Santander (por supuesto trabajando).
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