El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

martes, 31 de mayo de 2011

Me importa un pepino

Aunque suene a chascarrillo, quien haya estado alguna vez por la zona almeriense conocida como "el mar de plástico", la que de veras es la única construcción humana visible desde el espacio, sabrá de la importancia económica de esta hortaliza, cuya propaganda de simientes ocupa la mitad de las vallas publicitarias de la región.

Por eso resulta tan sangrante que, una vez más, el gobierno alemán eche balones fuera y cargue sobre los hombros de lo que ellos consideran poco más que un país tercermundista (nosotros, vaya) una responsabilidad que es exclusivamente suya.

Las pruebas son concluyentes: los únicos españoles afectados son una atleta española que acudió a competir a Hamburgo, donde permanece hospitalizada, y un Donostiarra que acababa de regresar de Alemania, ninguno de los cuales consumió pepino durante su estancia. Asimismo, se han detectado numerosos casos en otros países europeos, todos de personas que habían estado en Alemania, así que parece claro es que el origen de la bacteria está en su país y no en el nuestro.

Aunque a ZP le queden dos telediarios, debería convocar a toda la prensa internacional, dar un puñetazo sobre la mesa y exponer estos hechos claramente. También deberían hacerse análisis exhaustivos de productores e intermediarios, y publicarlos para que los consulte quien quiera, y, como última medida, reclamar a Alemania el resarcimiento de daños por su política irresponsable.

lunes, 30 de mayo de 2011

¿Democracia real?

Este concepto, tan en boca de todos los últimos días gracias al movimiento 15M, pero que nadie sabe definir en términos concretos, por más que se apele a él a la mínima ocasión, en realidad constituye una contradicción en sí mismo, y, antes de que me anatemicen por mí osadía, procederé a justificar el porqué de semejante postulado contracorriente con este decálogo:

En primer lugar, porque en este país, nos guste o no, la mayoría de los votantes son de un partido político como quien es de un equipo de fútbol o de una cofradía de penitentes, alguien que cree en sus colores de una forma emotiva y visceral, y que va a votar a su partido, haga este lo que haga. Aunque el más llano sentido común nos prescriba que debiéramos concebir a nuestros mandatarios como unos administradores a los que contratamos por un periodo de cuatro años y, si nos convence su gestión, renovamos el contrato y, en caso contrario, lo rescindimos, en realidad nuestra relación con ellos tiene más que ver con el fervor religioso o el forofismo deportivo que con el raciocinio o el interés común.

En segundo lugar, porque al votante medio no le interesa la política; no en vano, una tercera parte ni se molesta en perder diez minutos de su tiempo para acudir a las urnas. Por supuesto que nos entretenemos con los chismes de los políticos, sus guerras fratricidas y sus escándalos, pero como meros espectadores de un reality de alto nivel. De hecho, a un porcentaje muy alto se le pondría en un compromiso si se le preguntara por el nombre del ministro de educación o por el de la ministra de medio ambiente, como para entrar en detalles de los programas de los partidos a los que se vota.

¡Los programas! Para qué hablar de ellos: sin excepción, un difuso conjunto de elevados propósitos y buenas intenciones, tan bellos como vacuos e inconcretos. Porque el tercer punto sostiene que el ciudadano de a pie prefiere una mentira bien presentada a la verdad desnuda. Pudimos comprobarlo durante el famoso debate entre Solbes y Pizarro, en la campaña del 2008, en el que el segundo probó que estábamos metidos de cabeza en una monumental crisis, que no había hecho sino empezar, mientras que el primero se limitó a negarlo con una elaborada serie de embustes, y, por más que todos supiéramos que mentía como un bellaco, todos los medios y la gente de la calle consideraron como ganador indiscutible al entonces ministro.

Cuarto punto: las listas abiertas no funcionan. Es de dominio público que muchos, incluidos los del famoso movimiento, claman por las cacareadas listas. Pues no hace falta que las demanden, ya las tenemos en el senado, ¿y qué es lo que ocurre? Que, como el votante común ni conoce el nombre de los candidatos ni le importa, acaban siendo elegidos los primeros situados en las listas, que se confeccionan por orden alfabético. Así que ya lo sabe: puede presentarse al senado si se apellida Abad, pero es una estupidez si se llama Vázquez.

El quinto punto colige que, asimilados los anteriores, el paradigma de político exitoso es alguien capaz de embaucar a los electores y pasar por encima de sus rivales, no importa cómo, en lugar de un gestor serio, honesto y eficiente, porque son justo los citados vicios los que pueden llevarle al cargo para el que se precisarían las antagónicas virtudes enunciadas, prueba concluyente de que padecemos un sistema viciado y condenado al fracaso por su propia naturaleza. Para corroborarlo, basta con comprobar el innúmero plantel de políticos que han invertido la mayor parte de su vida profesional, si no toda, saltando de un cargo oficial a otro, sin que hayan adquirido con la experiencia otra habilidad que la de medrar.

El sexto punto supone negar la mayor: es falso que las decisiones de la mayoría sean la mejor alternativa posible. Imagine Ud. que padece una grave dolencia y, reunidos los enfermos de la planta séptima del hospital, se decidiera por votación qué tratamiento aplicarle. Sin duda, nadie estaría conforme con este procedimiento médico, pero lo damos por bueno, incluso nos negamos a admitir que pueda existir otro, cuando se trata de determinar quién ha de regir los destinos de la nación, asunto nada baladí ni de menor complejidad que el anterior.

Y el anterior punto entronca con el séptimo: nadie aprecia ni usa adecuadamente lo que nada le cuesta. Por eso existe quien no vota porque no le da la gana, o vota a un candidato porque le parece más guapo o más simpático que otro. Al igual que no permitimos que maneje un helicóptero alguien que no está capacitado para pilotarlo, de idéntico modo no debiéramos tolerar que ostentara el derecho a voto quien no hubiera probado de modo objetivo y fehaciente que puede hacerlo de forma efectiva y consciente, esto es: que para votar fuera preciso haber superado unas pruebas que hicieran merecedor al ciudadano de detentar semejante responsabilidad. Por supuesto, nadie acometerá semejante reforma, porque todos desean disponer de un electorado manso y manejable al que engatusar.

El octavo punto postula que tenemos unas instituciones concebidas en la época de la ilustración, obsoletas en la actual. Desde el momento en que los diputados y senadores ejercen de meras máquinas orgánicas de votar, fieles al mandato de sus partidos, supone un dislate y un sangrante derroche mantener abiertas las cámaras. Para el resultado alcanzado, bastaría que votasen un representante de cada partido, cada cual con su voto ponderado por la representación obtenida en las urnas. Más rápido, más barato y podría llevarse a cabo en la terraza de una cafetería con coste cero para el contribuyente. Las injurias de turno, por el Twiter.

Como noveno punto, la peor lacra para el bienestar de la sociedad son los partidos políticos, ya que han contaminado todas las instituciones donde se maneja poder o dinero (¿acaso son diferentes?) del país, y se las reparten de forma alícuota entre sus testaferros.

Como cierre de este decálogo, conclusión y corolario: una vez probado que, que el sistema actual no sólo es injusto, perverso e ineficiente, sino además inviable, ¿quién le pone el cascabel al gato?

(Artículo publicado en El Soplón)

viernes, 27 de mayo de 2011

Adiós, Chacón, adios

Al igual que las chicas Almodóvar tenían algo que permitía distinguirlas a primera vista, lo mismo sucede con las que nuestro presidente llamó a formar parte de su corte (cuando no cohorte) de olímpicos del talante. Entre lágrimas apenas contenidas, se nos marcha la última chica ZP, quizá con más dolor porque se sabía la elegida. No en vano, era mujer, joven y catalana, las tres minorías más de moda en el partido desde que él asumiera el poder.

Se marcha, con sentimiento y resignación, pero también con calculado interés, porque sabe que esta despedida es un hasta luego, que no desea convertir en un adiós. Se marcha porque, después de que su mentor se enfrentara al mundo por ella, no puede sino renunciar para no acabar con una derrota en un congreso, como le ocurre a todo el que él apoya desde que la realidad se empeñara en estropear sus hermosos proyectos.

Se marcha, en definitiva, con la vana esperanza de que la jauría desbocada de podencos que le va a tocar contener a Rubalcaba acabe con él en menos de cuatro años, y le deje expedito el camino para ser aclamada como la mesías que ha sido ungida, quizá también rezando para encontrar su Prestige o su 11-M que le allane el camino a la Moncloa, pero quizá sea demasiado pedir.

(Artículo publicado en ElSoplón)

miércoles, 25 de mayo de 2011

Publicidad gratuita

Hemos comprado para la oficina café de Nicaragua a una ONG, Espánica. Además de que la calidad es extraordinaria y el precio es menos de la mitad de lo que cuesta cualquier otro de similares características, se contribuye a una iniciativa de comercio justo.

Junto con la compra, nos han hecho llegar un folleto didáctico y entretenido sobre los misterios del café. Al final, también te informan de que, de lo que Ud. paga por un paquete de café, apenas le llega al productor entre un 3 y un 5%. Si compra a través de comercio justo, recibirá entre un 30 y un 40%.

¿Se puede saber a qué está esperando?

ESPÁNICA
c/ Puerto de Barcelona, 4
28820 - COSLADA (Madrid) - España
Tel: +34-916720905
espánica@nodo50.org

El hombre que fue jueves.

A mi parecer, la novela de Chesterton es un excelente ejemplo de obra que no envejece bien. Se intuye en ella una suerte de candidez postvictoriana, los personajes son estereotipados y poco creíbles, la forma en la que el autor retuerce la trama para sorprender al lector alambicada e inverosímil, y el final, equívoco, pero que Borges hubiera odiado al instante, porque convierte un argumento fantástico en un sueño, o algo parecido, es tramposo y poco original.

lunes, 23 de mayo de 2011

Efectos secundarios de sembrar vientos

Sin duda, lo más reseñable de los pasados comicios son los espectaculares resultados obtenidos por la nueva marca política de ETA (el descalabro del PSOE era previsible), que ha obtenido el apoyo de una cuarta parte de los votantes en la comunidad autónoma vasca.

Durante años, hemos cerrado los ojos a lo que ha estado perpetrando allí el PNV, porque unos y otros han preferido mirar a otro lado, ya que tuvieron que pactar con ellos, que ha administrado una red de centros de adoctrinamiento ideológico (las ikastolas) que ya hubiera querido para sí Goebbels. Casi desde el comienzo de la transición, hemos permitido que el PNV creara un monstruo que ya es casi tan grande como él y ahora es incapaz de controlar.

Tenemos un serio problema. Tenemos a más de un cuarto de millón de personas a las que se les ha implantado quirúrgicamente en el cerebro una fábula repleta de odio disfrazada de historia, y ahora reclaman su sitio. Tenemos a toda una nueva generación de vascos que creen sinceramente que “el estado español” (como les gusta decir a ellos) les ha oprimido secularmente y que, de lograr la independencia, vivirían en una suerte de envidiable Jauja. Y hemos visto sólo la punta del iceberg, pues hay otra generación esperando a tener edad de votar.

No importa la evidencia de que Europa haya tenido que unirse para sobrevivir en un espacio en el que sólo tienen oportunidad de hacerlo los más grandes. Les han enseñado a creer, en lugar de pensar, y sólo se conformarán con la independencia.

Tenemos un serio problema, porque, si volvemos a ilegalizar Bildu, echaríamos al monte a un cuarto de millón de personas y, si no lo hacemos, permitiríamos que ETA campase por sus respetos en las instituciones.

Y ZP, que ha sido quien ha dado el último empujón a la creación del monstruo, ahora nos va a dejar que nos apañemos como podamos con él, y no vamos a encontrar una solución sencilla, suerte si damos con una solución.

miércoles, 18 de mayo de 2011

El pesebre municipal

Los partidos echan el resto en estos comicios como en ninguno, no es de extrañar, ya que en ellos se sortean los pesebres en los que han de apacentarse las bases que nutren a todas las formaciones.

En un pequeño municipio, como en el que vive un servidor, los concejales con cargo de gobierno cobran casi 60.000€ y los asesores digitales (designados a dedo) 50.000€. Al margen de estos primeros espadas, no existe cargo municipal, desde directores de servicio hasta el último bedel, que no haya sido designado por el citado procedimiento , de forma que cada uno de los empleados municipales resulta ser pariente de alguno de los cargos electos o cesantes, pues han establecido un pacto de “caballeros” según el cual los nuevos respetan los cholletes de los anteriores, por lo que la administración ha engrosado hasta límites propios de un estado comunista.

No es de extrañar, ante tamaño pastel, que se dejen a un lado las ideologías y el vil metal propicie coaliciones imposibles, como la que ahora gobierna, en la que conviven IU, PSOE, un partido ecologista y otro de extrema derecha.

Esta situación, aunque sangrante, era tolerable cuando las corporaciones locales nadaban en la abundancia, pero ahora resulta inasumible.

Es evidente la perentoria necesidad de una ley de corporaciones locales que racionalice el sistema y ponga coto a tanto desmán, pero, dado que todos los partidos beben de esta nauseabunda charca: ¿quién se atreverá a ponerle el cartel de NO POTABLE?

Concurso de relatos gastronómicos

Mis amigos del Mirador del Norte organizan el primer concurso de relatos gastronómicos, cuyas bases pueden consultarse aquí.

Como no podía ser de otro modo y además del premio en metálico, hay otros para comer y beber, así que anímense Uds.

jueves, 12 de mayo de 2011

Campaña celestial



Contemplo los carteles de la campaña Madrileña y no soy capaz de reconocer a los candidatos:

Tomás Gómez mirando al cielo, a despecho del furibundo laicismo militante de su partido, quizá rogando que un milagro lo lleve a la presidencia de la comunidad, como otro llevó a su jefe a la Moncloa. Es posible, que por eso afirmara en los carteles del recochineo que quería traer a Madrid lo que Zapatero trajo a España y olvidara el reflexivo.

Esperanza Aguirre vestida de blanco nuclear, al mejor estilo “El cielo puede esperar”, y abusando del photoshop hasta el punto de parecerse más a su hija, si es que la tuviera, que a ella misma.

Mienten los políticos. Mienten incluso callados y apenas en imagen, como es el caso. Mienten porque el embuste es el quinto aminoácido que determina que su ADN sea diferente al del resto de los mortales.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Metamorfósis

Escucho esta mañana en la radio un resumen del discurso de ZP en Santander y no doy crédito, pues se muestra demagógico, algo no tan raro, agresivo, algo menos común, y no exento de cierto gracejo, algo a lo que el presidente no nos tiene en absoluto acostumbrados, hasta el punto de que uno llega a dudar si de veras se trataba de Zapatero o si no sería Alfonso Guerra caracterizado de él.

lunes, 9 de mayo de 2011

Gomarreche



Anoche tuve ocasión de ver en Telemadrid el debate entre la actual presidenta y el aspirante, Tomás Gómez, y lo que más me llamó la atención fue cuánto se parece el candidato al ex presidente Ibarreche, y no sólo en el físico (la foto que añado debe ser de la primera comunión y el parecido no resulta tan evidente), sino en ese aire de permanente mala leche, de alguien que se desayuna con hiel y almuerza con salfumán. Sin conocer a la persona, apenas al personaje, da la impresión de ser alguien incapaz de sonreir, una suerte de villano perfecto para una película de serie B y a quien nadie le apetecería tener de vecino.

Ignoro si es porque dan la contienda por perdida de antemano, pero no acabo de entender por qué el PSOE parece proponer siempre para Madrid a los peores paquetes que guarda en la recámara. Unos días atrás, vi en el programa de Buenafuente al ministro Ángel Gabilondo y este me sorprendió por el aire de serenidad, sencillez y eficiencia que desprendía, y de nuevo no consigo entender por qué el gobierno le otorga tan poco protagonismo a personas como el citado o Cristina Garmendia, ministros que transmiten confianza y diligencia, y tanta a otros, que parecen sacados de una película de Almodóvar.

jueves, 5 de mayo de 2011

Adiós al papel

Resulta cuanto menos curioso que, cuando casi todos nos hemos acostumbrado a los nuevos soportes digitales para la música o el cine (aún existe quien se aferra a los vinilos), una ingente mayoría se resista a leer en otro soporte que no sea papel y se niegue a creer que este formato ha de tender a desaparecer.

No obstante y nostalgias aparte, debemos hacernos a la idea de que, antes o después (más bien antes), el papel está llamado a ser sustituido por soportes electrónicos como medio preeminente y mayoritario. Admito que todavía deben de mejorar y hacerse más económicos los lectores, si bien, en su mayor parte, el hecho de que la literatura en formato digital no haya despegado como debiera haberlo hecho obedece al inmovilismo de las grandes empresas del sector, que, con toda justificación, ven amenazada su preeminente posición.

Incluso así, ni la tecnología ni los usuarios van a esperar por ellos, y, si no reaccionan de inmediato y se adecuan al los tiempos, lo que ocurrirá es que su negocio será fagocitado por la piratería, como ocurrió en los inicios del sonido digital con Napster y las redes P2P.

Lo que no pueden pretender los gigantes editoriales es mantener el mismo negocio cambiando el soporte, esto es: vender un archivo digital por casi el mismo precio que cuesta el libro en papel. Parece evidente que el nuevo negocio debe sustentarse en principios derivados de su propia naturaleza y no por imitación de otros con los que poco o nada tiene que ver.

Si tomamos como referencia el negocio de la música, una canción es algo que se consume en poco tiempo, unos pocos minutos, si bien este consumo suele repetirse una y otra vez; por el contrario, un libro es algo que lleva su tiempo consumir y que, por lo común, este no se repite. Por todo lo citado, parece evidente que, si la industria del libro quiere sobrevivir a la piratería, debe ofrecer un soporte personal e intrasferible, de duración limitada ,como si se tratara del préstamo de una biblioteca, y a un precio tan económico que el consumidor no se plantee las inseguridades de la piratería, y ni siquiera la incomodidad de sacar el volumen de la biblioteca.

Con este modelo, parece viable el sostenimiento e incluso el incremento del negocio cambiando el embolso de pocos muchos por el de muchos pocos, y cabe preguntarse el porqué de que la industria tema al cambio como el mismísimo diablo, y la razón es evidente: con este nuevo método, las grandes editoriales no tendrán razón de ser, ya que cualquiera podrá exponer su producto en los servidores de descarga sin necesidad de su bendición y auspicio.

Con el sistema actual, unas pocas empresas deciden qué libros y, sobre todo, qué autores acceden al mercado y cuáles no. Es cierto que existen cientos de pequeños sellos que publican miles de títulos alternativos cada año, si bien estos libros apenas alcanzan unas pocas librerías y su persistencia en ellas es muy reducida (no hay que olvidar que los mayores vendedores de libros en España son las grandes superficies comerciales, que apenas manejan un puñado de títulos).

Es innegable que con el nuevo modelo se producirá un incremento exponencial de la oferta que determinará que sea imposible que el consumidor elija por su cuenta y riesgo entre las miriadas de títulos disponibles, y seguirán existiendo grandes grupos que promocionen a sus autores, si bien, como ha ocurrido con la música, aparecerán gurús que forjen o dirijan el gusto de distintos sectores, algunos independientes y otros, como es inevitable, patrocinados. Es cierto que la literatura pasará de estar en manos de unos comerciantes que sólo se mueven por su lucro personal a ser manejada por una suerte de visionarios cuyos verdaderos intereses y motivaciones desconoceremos, si bien siempre será posible el milagro que se produce en la actualidad en iTunes, donde autores desconocidos y sin el auspicio de grandes sellos alcanzan los primeros lugares en la lista de descargas.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Misterios de la ciencia

Por lo poco que sabía este pobre luego, según la mecánica newtoniana, la fuerza centrífuga impele a que los extremos tiendan a separarse, pero ayer veíamos apiñados a la puerta del congreso, así como haciendo piña, a Iniciativa, Esquerra, BNG y Bildu.

Dios, en su infinita sabiduría, sembró el mundo de misterios, y no pueden conocerse todos.