El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

viernes, 29 de enero de 2010

Portentosa clarividencia

Nuestro nunca lo bastante venerado presidente no sabe qué política económica asumirá dentro de tres meses (a decir verdad, no tengo claro que sepa cuál es la que aplica en este momento), y sin embargo afirma, con admirable convicción, que en 2013 el déficit se habrá reducido a un 3% del PIB, y eso que, por entonces y gracias a Dios, él ya habrá abandonado el cargo.

¡Manda huevos!

miércoles, 27 de enero de 2010

Como un gato en la matanza


Así de orgulloso se encuentra un servidor, en su faceta de padre. Esta mañana, mi hijo mayor (8 años recién cumplidos) ha ganado el primer premio de “Emprendicuentos” del certamen “Soñar hoy para emprender mañana”, organizado por la oficina del emprendedor de la comunidad de Madrid, y le ha entregado el premio la consejera de empleo y mujer de la comunidad, Paloma Adrados.

A la vista de los hechos, cabe esperar que la saga de emborronafolios diletantes tenga continuación.

Tal como me indica mi amigo virtual "Tato", tabernero mayor de Sevilla, pongo los enlaces al cuento: pag1 pag2 .

martes, 26 de enero de 2010

Algarada nuclear

El revuelo que se está generando los últimos días en torno a la ubicación de un cementerio nuclear (no es otra cosa, aunque, eufemísticamente, pretendan adjudicarle otro nombre), no obedece a otra razón que al empecinamiento de nuestro gobierno en negarse a ejercer como tal cuando corresponde tomar decisiones desagradables.

Imaginen Uds. que un profesor les dijera a sus alumnos “Elijan uds. a quién he de suspender”. Parece evidente que la deliberación acabaría dirimiéndose con los puños, si no con algo de mayor contundencia. Pues algo parecido es lo que ha hecho el gabinete de desgobierno de ZP al pretender que sean los ayuntamientos los que decidan la ubicación del ATR.

Es notorio que España necesita contar con esta instalación, así como que a nadie le gustaría que la ubicaran en los alrededores de su casa. Pero también que constituye un dislate que un ayuntamiento pueda proponerse como emplazamiento cuando este hecho afectaría a todos los municipios vecinos, que se verían afectados sin detentar capacidad de decisión y sin obtener contrapartida alguna.

Algo de esta envergadura, debiera ser decidido por un comité imparcial y cualificado que no atendiese más que a razones técnicas, pero eso supondría que nuestro mesiánico y casi santo laico ZP tendría que ensuciarse sus inmaculadas manos. Así que prepárense para seguir contemplando más de este lamentable espectáculo.

sábado, 23 de enero de 2010

Decálogo por entregas (por fin X)

Tras leer este decálogo, repara en lo que halles en él de acertado y ríete de lo que consideres pura ingenuidad o presunción. Después olvídalo, y sigue escribiendo como siempre (para eso están los decálogos).

Decálogo por entregas (IX)

Nunca se es lo bastante objetivo con la propia obra, y menos en caliente. Déjala enfriar antes de corregirla. Si tienes ocasión, haz que la lea otro, preferiblemente alguien que te profese inquina o envidia malsana.

Decálogo por entregas (VIII)

La inspiración no suele acceder a que la emplaces cuando tienes un rato libre. Debes mantener los sentidos alerta para detectar cuál de las historias de las que eres testigo o lees en el diario merece dedicarle un cuento.

viernes, 22 de enero de 2010

Decálogo por entregas (VII)

Si retratas a alguien de tu entorno, hazlo de modo que la vergüenza le impida reconocerse en el personaje.

Decálogo por entregas (VI)

Retuerce a los personajes: logra que el lector sienta lástima por un asesino o animadversión por su víctima.

Decálogo por entregas (V)

Mejor un final inevitable que uno impredecible, pero ante todo huye de pretender sorprender al lector por el único y torticero medio de haberle ocultado previamente información.

Decálogo por entregas (IV)

Sorpréndeme: logra que los sentimientos plasmados en el cuento sean absurdos o contradictorios. Si no puedes alcanzar estas premisas, que al menos sean insólitos.

Y disculpen que me autoplagie.

jueves, 21 de enero de 2010

Decálogo por entregas (III)

Saca a los personajes de contexto: siempre resulta más interesante encontrar a un obispo en un lupanar que en el altar mayor de la catedral.

miércoles, 20 de enero de 2010

Hay que ver cómo eran las madres.

Jesús Cotta narra en su blog lo que le ocurrió en la adolescencia cuando le pidió a su madre que le comprara un Rotring.

Algo así sería inconcebible hoy en día: el niño dejaría una nota a la madre sobre la nevera (sólo la ve los fines de semana y poco). La madre depositaría en el mismo lugar dinero para que se comprara tres. El niño se bajaría el dibujo del rincón del vago, lo imprimiría en una tienda de reprografía por dos euros y el resto se lo gastaría en lo que quiera que se fundan los cuartos los muchachos de ahora. El profesor lo suspendería por listillo. Los padres, pidiendo sendos días libres en el trabajo (la educación de sus hijos es lo primero), irían a ver al profesor y, tras increparle por la evidente ojeriza que le profesa a su vástago, obsequiarían al citado con una ensalada de hostias que para qué te voy a contar. Al día siguiente, todos referirían su versión para las cámaras de “Gente”. Dos meses más tarde, el niño dejaría los estudios e ingresaría en gran hermano (sí, ya sabemos que es menor, pero en este caso harían una excepción) y, ocho meses después, se habría convertido en cocainómano y qué se yo cuántas cosas más, y viviría en la calle. Las cámaras de “Gente” lo volverían a entrevistar y culparía de todos sus males a su madre, que no le supo negar nada.

Igual, vamos.

Decálogo por entregas (II)

Llévalo al límite; la mesura sólo sirve para mantener a raya al colesterol (al menos, eso afirman los médicos)

martes, 19 de enero de 2010

lunes, 18 de enero de 2010

¿Y qué hay de lo mío?

¿Recuerdan Uds. qué fue de la crisis?

No resulta extraño hablar de la crisis en pretérito, aún cuando seguimos inmersos en ella hasta las orejas, la economía continúa sin crecer y el desempleo en auge, pero la costumbre posee la capacidad de convertir el hecho más terrible en rutina, y por tanto prescindible. Por eso ZP se frota las manos, y ya no hablamos de la Sra. Salgado, la ministra que fue nombrada para no hacer nada, un cargo digno de los mejores tiempos de la dictadura del proletariado.

Sólo unas pocas voces insisten en incidir sobre un tema tan vital, como Leopoldo Abadía, que el otro día enunciaba una de las verdades de Pero Grullo que un servidor repite aquí (vean que no empleo el pretérito) hasta la saciedad: que los bancos han empleado los fondos públicos en tapar sus agujeros y siguen sin abrir el grifo del crédito. Y mientras no lo hagan, seguiremos sin hablar de la crisis, pero aplastados por ella.

viernes, 15 de enero de 2010

Quédaté donde estás

Seguro que algún malpensado dará por supuesto que me refiero a la imagen de ZP aparcando su laicismo furibundo y rezando con Obama, pero no se trata de esa pintoresca estampa, sino del título del segundo libro de relatos de Miguel Ángel Muñoz.

No sería sincero si omitiese que el libro me ha decepcionado profundamente, tanto por su contenido como por las altísimas e injustificadas expectativas que había fijado en el mismo. No es que se trate de un libro funesto, pero esperaba bastante más de un autor que hace gala de una erudición envidiable en su blog, un referente en lo que respecta a la publicaciones de narrativa breve, y que se declara descendiente directo de Chejov, Carver, Ford, Cheever y Poe.

Entre todos los relatos que integran la compilación, apenas salvaría “Vitrubio”, un texto con un planteamiento espléndido y pletórico de imaginación, que no termina de ser redondo por la excesiva profusión del autor y por el final, que no acaba de encajar, a menos a ojos de quien suscribe. A lo largo de todo el libro, he encontrado chocante que el autor le haga tan poco honor a sus ancestros literarios, pues lo hallo demasiado prolijo y aficionado a las paráfrasis y reflexiones interiores para medrar en el género del cuento, sobre el que muchos coincidimos que es el género de lo estrictamente indispensable.

Es posible que haya juzgado el texto con demasiada severidad, y no dudo que el almeriense podría tomar un libro mío (si es que alguno llegara a ver la luz) y hacer en él una carnicería aún mayor, pero es lo que pienso.

lunes, 11 de enero de 2010

Todas las familias felices

Antes de acometer la lectura del libro de Carlos Fuentes, había tenido la ocasión de leer una crítica sobre el mismo que no lo dejaba en demasiado buen lugar; aunque no detallaba ningún aspecto negativo del texto, se limitaba a compararlo con su obra anterior y lo tachaba de no aportar nada nuevo.

Como un servidor, en su bendita ignorancia, no había tenido la suerte de leer ninguna otra obra del citado, esta le ha parecido magnífica y deslumbrante: un colorido compendio de microcosmos bullentes de vida. Es cierto que los relatos compilados no son cuentos canónicos, y que los coros que sirven de coda a cada uno de ellos, a gusto de este pobre lego, en su mayor parte estaban de sobra, pero Carlos Fuentes tiene el don de imbuir vitalidad a cada una de sus líneas, una virtud que no se aprende, y que le obliga a pensar al lector que se está enfrentando a una suerte de documental escrito en lugar de a una obra de ficción. Y te deja con ganas de buscar más libros de la misma pluma.

viernes, 8 de enero de 2010

Juguetes perversos

Con este calificativo no me refiero a Chucky y a su novia, ni siquiera a videojuegos violentos y con contenido sexual explícito, sino a juguetes con una apariencia de lo más inocente y, por lo común, orientados a niños de menos de cinco años. A pesar de que no son juegos de construcción ni ningún indicio pudiera inducir a sospechar al incauto padre de su verdadera y malévola naturaleza, cuando la alborozada criatura abre su caja el día de Reyes, el progenitor descubre, horrorizado, que en su interior no se encuentra juguete alguno, sino cientos de diminutas piezas y una miriada de pegatinas, acompañadas por un manual de instrucciones que ya quisieran emular muchos sudokus, como si el importe satisfecho no bastara para cubrir la mano de obra de ensamblaje.

Sepan Uds. que no ser regalan tantas Nintendo DS porque las prefieran los niños, sino porque ya vienen montadas.

PD: quien suscribe, invirtió casi toda la tarde del día seis en montar el hospital de los barriguitas.

martes, 5 de enero de 2010

¿Es tanta la diferencia?

1- El afán último que motiva a un cómico es que la gente lo quiera. El de un político también (al menos entre los que se encontraría dispuesto a confesar sin la aplicación del tercer grado).
2- La apariciones de uno siempre desatan mi hilaridad. Las del otro a menudo, aunque en más ocasiones me provocan ganas de llorar.
3- En el aspecto físico y con tres copas, no tengo del todo claro que fuera capaz de distinguirlos.

¿Por qué, entonces, tanto revuelo?

Ayer, un hacker reemplazo la foto de nuestro talantudo presidente, ZP, por la de Mr. Bean (Rowan Atkinson) en la página oficial de la presidencia española de la UE (www.eu2010.es).

lunes, 4 de enero de 2010

¿Existe vida después de las navidades?

Por caprichos del calendario, un numeroso porcentaje de mortales (entre ellos mis hijos) extenderá sus vacaciones navideñas hasta el próximo lunes. Un servidor, que apenas ha disfrutado de los días estrictamente festivos, la pasada semana tenía la sensación de encarnar un Robinsón urbanita y desamparado en la despoblada oficina, en la que sólo me acompañaba la recepcionista, mi Viernes de turno.

Supongo que serán cosas de la edad, pero a un servidor estas fiestas ya se le hacen largas y casi agradece disponer de unos días entre medias para retornar al trabajo y a la nunca lo bastante valorada rutina.