El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

lunes, 20 de diciembre de 2010

La dictadura de las minorías

Con igual propiedad, podía haber titulado la entrada: "dictadura de la estulticia".

Los hechos son estos: a un profesor de La línea le denuncia un alumno musulmán por hacer referencia al jamón (en concreto, por enunciar que el frío clima de Trévelez es bueno para su curación).

En primer lugar y partiendo del respeto a todas las culturas y religiones, lo que no pueden pretender los inmigrantes es imponernos al resto las suyas. Pero es que además tiene bemoles esta rasgadura de vestiduras de gentes en cuyos países de origen no se respetan más reglas que las suyas.

Es cierto que el mero hecho de que semejante elemento pueda interponer una denuncia cuya equivalencia en su país sería inconcebible ya dice mucho en nuestro favor, pero no podemos admitir que estas personas, que lo que debieran hacer es demostrar respeto y gratitud al país que los acoge, anden jugando con la justicia y tocándole las narices al bueno del profesor, y además les salga gratis: resulta evidente que estas denuncias improcedentes (por no aplicar un calificativo malsonante) se debieran pagar con creces y en metálico para evitar dar pábulo a toda esta tontuna.

Y de paso, que indemnicen al profesor con un buen jamón de Trévelez.

4 comentarios:

dany dijo...

AYYYYYYY! Juan Carlos, si yo te contara.
Por lo que tengo hablado con muchos profesores, en la península la cosa está peor que aquí en Melilla, donde tenemos las clases repletas de musulmanes. Cuando hay que hablar de Jamón ("jalufo" lo llaman ellos) se habla si hay que hablar de la mortadela de pavo que ellos gastan.
Aquí, en una misma mesa, se come con jamón y con pavo si hace falta.
Aunque también hay musulmanes de aquí (españoles) que en ocasiones se muestran suspicaces ante el hecho de no fiarse si un producto o un plato lleva "jalufo" o no.
Lo que está claro es que hay cosas que no se pueden permitir.
Un abrazo.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

El verdadero gilipollas es quien a admitido la denuncia Juan Carlos, al menos eso creo yo.
Saludos

J. G. dijo...

comparto lo dicho, además no te olvides que no hay familia gitana en el campo sin jamón colgado en el árbol

Juan Carlos Garrido dijo...

Dany:
Supongo que allí hay un poco de espíritu de "distrito 13", y se afrontan las cosas de otro modo.

Rafa:
La familia del chaval interpuso una denuncia por acoso, y la policía tiene la obligación de admitirla y seguir las diligencias. Otra cosa es, cuando se demuestre que es improcedente, qu`´e consecuencias habrá, lo más probable es que ninguna: por eso se abusa así de la justicia.

Jesús:
En efecto, el consumo del jamón, si no es una religión, al menos depara éxtasis casi místicos.

Saludos a todos.