El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Carta abierta a la comisión de investigación de los ERE


Señores, excelencias, reverendísimos o como quiera que haya que llamarles.
Oigan, que soy la  Luci. Sí, la señora de la limpieza, esa misma. Que sólo quería decirles que el lío eso de los EREs fue cosa mía, por eso no es de extrañar que ni Don Manuel, ni Don Jose Antonio ni Doña Magdalena sepan nada sobre el asunto.
El caso es que todos los días pasaba la mopa y el plumero por ahí, y esos papeles parecían que me estaban llamando. Fíjense, que barbaridad de millones de Euros, que en pesetas ya no sé ni echar la cuenta, y con toda la gente necesitada que hay por esos mundos de Dios. Total, que una, que no tiene el corazón de piedra, no pudo resistirse a echarle una manita a mi primo José Luis, que el pobre lo estaba pasando muy malamente.
Ocurrió que, aunque me prometió que no iba a soltar prenda, todos saben lo que se le calienta la boca a mi primo cuando se toma tres rebujitos, y el rumor comenzó circular, y primero fue un cuñado, luego un vecino, después un sobrino, y nada, que la cosa se me fue de las manos.
Así que ya saben señores comisionados, o lo que sean: no  se muestren demasiado severos con ellos, que la culpa no fue suya.

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