El partido de
Rosa Diez parece mortalmente herido de autoritarismo por exceso de mano derecha
o defecto de izquierda, puede que ambas cosas.
El paradigma
de “El que se mueva no sale en la foto” sólo funciona en los partidos
convencionales, infestados de estómagos agradecidos y donde la gente está para
medrar. Si lo que tienes son personas con principios, que están en la política por
ideales, ni siquiera se puede mandar, sino que hay que liderar.
La dimisión de
Cantó tiene mucho de simbólico, de ese triunfo de la desilusión que marca el
fin de los enfermos terminales. El resto es sólo cuestión de tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario