Vuelvo a hablar en este rincón de Jesús Tíscar, uno de los escritores más originales y talentudos del panorama actual (seguro que también sería uno de los más controvertidos si lo leyesen más).
Acabo de releer 12 cuentos con premio, una recopilación de cuentos galardonados del autor y que nada tiene que envidiar a otros volúmenes que han recibido grandes premios al conjunto. Antes de hacerme con el libro, ya había conseguido “pescar” alguno de los cuentos en la red, como “El convento de las niñas muertas”, ganador del prestigioso premio de la Asociación de la Prensa de Ávila, o mi favorito, una auténtica obra maestra, “Breve noticia de un folletinista provinciano de éxito”, con el que obtuvo el segundo premio del Fernando Quiñones. Incluso así, la impresión que produce el conjunto es mucho mayor que la suma de sus partes, pues entre los distintos cuentos se desarrollan indudables sinergias que potencian el resultado final. En “Obscenus” se vislumbra ya la estrella que estalló en supernova en “La poetisa”, y algunas obras, de auténtica paleontología del autor, como “Los satélites de Marte”, de 1996, prueban que el jienense lleva ya muchos años escribiendo con un nivel soberbio.
Una lectura indispensable; eso sí, quien no tolere el submundo freudiano de Tíscar, mejor que no se acerque a este libro.
Acabo de releer 12 cuentos con premio, una recopilación de cuentos galardonados del autor y que nada tiene que envidiar a otros volúmenes que han recibido grandes premios al conjunto. Antes de hacerme con el libro, ya había conseguido “pescar” alguno de los cuentos en la red, como “El convento de las niñas muertas”, ganador del prestigioso premio de la Asociación de la Prensa de Ávila, o mi favorito, una auténtica obra maestra, “Breve noticia de un folletinista provinciano de éxito”, con el que obtuvo el segundo premio del Fernando Quiñones. Incluso así, la impresión que produce el conjunto es mucho mayor que la suma de sus partes, pues entre los distintos cuentos se desarrollan indudables sinergias que potencian el resultado final. En “Obscenus” se vislumbra ya la estrella que estalló en supernova en “La poetisa”, y algunas obras, de auténtica paleontología del autor, como “Los satélites de Marte”, de 1996, prueban que el jienense lleva ya muchos años escribiendo con un nivel soberbio.
Una lectura indispensable; eso sí, quien no tolere el submundo freudiano de Tíscar, mejor que no se acerque a este libro.
7 comentarios:
Es verdad que ya habías comentado con anterioridad las excelencias literarias de Tíscar y ahora nos las recomiendas nuevamente. Por algo será, me digo, así que te hago caso, como otras veces.
¿Todo bien por Canarias?
Agradecido.
Mery:
Esta semana la he repartido entre Santander y Azuqueca, pero continúo viviendo sin vivir en mí, como mi paisana.
Sr. Tiscar:
Al contrario, el agradecido es un servidor. Ud. siga escribiendo libros como estos.
Saludos a todos.
Talentudo y cojonoso, el amigo Tiscar.
Bonito palabro, ¿verdad?
Tu símil tampoco está mal.
Lo cierto es que lo talentoso, para el caso de Tíscar, se queda corto y hasta suena un poco amariconado.
Saludos.
Ya tengo en mis manos los DOCE CUENTOS CON PREMIO, y sí, rotundo sí, que razón tienes al recomendarlo con tanta vehemencia.
Un alivio entre tanta ñoñería y tanto discurso pseudofilosófico y pretencioso.
Me asombra como en un mismo cuento, el señor Tiscar es capaz de hablar del enamoramiento y del estreñimiento de un mismo personaje, demostrando así que la realidad y la dulzura no son incompatibles. No he terminado su libro todavía. He leído hasta tu preferido, el del folletinista.
Ya comentaré, cuando termine cuál es mi preferido. Por ahora, EL SEÑOR ME PERDONE, se lleva la palma.
Saludos JUan Carlos.
Dany.
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