Eso es lo que ha dicho “El tío de la vara”, pero por desgracia no se trata de José Mota, sino de Paul Krugman, Nobel de economía y gurú particular de Obama.
Mientras tanto, nuestro presidente, como si del bálsamo de Fierabrás se tratase, esgrimía, patético, su fracasado antes de nacer plan E, el de los cartelones de doce metros cuadrados. Arreglar, lo que se dice arreglar, no vamos a arreglar el país. Eso sí, lo vamos a dejar todo empapelado con los dichosos cartelones.
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2 comentarios:
Toc, toc, soy nueva aqui y pido permiso para entrar.
Por cierto, excelentes los consejos para escribir un cuento de la derecha, me han gustado mucho, mil gracias.
Hablando de lo que toca, el crujimiento que no sabemos cuándo va a acabar. Para sobrevivir a esta situación el otro día me reí con un cura amigo que tiene a todas sus viejecitas de Misa de 11 revoluionadas, escuchan a FJL en la COPE todas las mañánas y así llegan con el azucar subido y fatal fatal. "Señoras, no estamos en manos de Zapatero, sino en manos de Dios". Yo si no fuera porque pienso esto me entrarían los 7 males: ayer en la plaza de mi pueblo corrillos de marroquies sin curro, esperando ... al sol. Una pena, una gran preocupación.
Saludos y gracias por permitir comentar "libre"...
Aurora
Bienvenida a esta página, Aurora.
A decir verdad, no sé que me inquietaría más, si que mi futuro estuviese en manos de Zapatero o en las de Dios (a quien uno se encomienda cuando no resta esperanza alguna).
Saludos.
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