El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

jueves, 16 de abril de 2009

El equipo A

Para nuestra desgracia, no se trata de un grupo de mercenarios perseguidos por la justicia a causa un delito que no cometieron, sino de los nuevos miembros del gobierno.

Con la A de aláteres, tenemos a Trinidad Jiménez y Elena Salgado, cuyos principales méritos (los únicos, en el caso de la primera) son su fidelidad y sumisión al poder; y con la A de apparatchik, tenemos a José Blanco, que, a pesar de su probada (y por muchos envidiada) habilidad para destrozar a sus adversarios políticos, tanto del partido propio como de los ajenos, no inspira mucha confianza como alguien con capacidad para llevar a cabo una tarea constructiva.

Resulta sangrante la inauguración en el cargo de este último levantando el pie que el ejecutivo mantenía aplastando el callo de la presidenta madrileña (el bloqueo del plan de infraestructuras) ¿Hay alguien tan ingenuo como para suponer que la anterior ministra no obedecía directa y escrupulosamente las órdenes de la Moncloa? Entonces, ¿qué clase de hipocresía es esta? Aunque seguro que contribuye el hecho de que las relaciones entre el gobierno regional de Madrid y la dirección del partido no son las mejores, un detalle ladino, muy propio de Blanco, sin duda este le ha exigido a ZP poder estrenarse con este explosivo golpe de efecto, pues, antes de que se hiciese oficial su nombramiento, pero ya era de dominio público, ya le asaeteaban los tertulianos de uno y otro color poniendo en duda su bagaje intelectual por no haber sido ni siquiera capaz de acabar primero de derecho (ahora ya se ha apresurado a proclamar que se ha matriculado en la UNED) y ha querido hacer una exhibición, amañada y mamporrera, de sus dotes ministeriales.

Viendo la planta de los podencos, uno se puede imaginar el resultado de la cacería. Pues eso, que nos pillen confesados.

3 comentarios:

Julio dijo...

En este caso está claro quién es MA Barracus, el Chaves, por sus escasos delicadeza y porte...

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Bueno Juan Carlos, bueno.

Ya contaré algún día una anécdota con la menestra, algún día.

Yo me confesé esta mañana.

Un abrazo.

Juan Carlos Garrido dijo...

Julio:
No está mal el paralelismo (aunque al lado de mi pasisano Bermejo casi se antoje un dandy).

Javier:
Confío en que ese día llegue pronto, pues soy de esas personas que no pueden librarse de la curiosidad malsana (en especial por todo aquello que no les incumbe).

Saludos a todos.