lunes, 17 de agosto de 2009
¿Es posible vivir sin Internet?
A la vista de los hechos, debo admitir que sí. Un servidor ha permanecido diez días desconectado de la red y ha tenido ocasión de comprobar que existen otros mundos, aparte de los virtuales, y ventanas que se cierran con la maneta, en lugar de pulsando en el aspa de la esquina derecha. He disfrutado de la experiencia de contemplar las lágrimas de San Lorenzo sin mirar la tele, y de ser perseguido por una nube de insectos inmisericordes cada vez que mi bicicleta atravesaba una zona poblada de ganado y el terreno me impedía huir por mera velocidad. En otras palabras, he pasado una semana de vacaciones en Aveinte, Ávila, el pueblo de mi Santa.
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3 comentarios:
Aunque sin internet, parece que has disfrutadode de tu estancia en el pueblo,que a la postre es de lo que se trata.Un saludo.
Se hizo lo que se pudo, aunque pasé la mitad de los días con los Sres Black y Decker.
Saludos.
Pocos espectáculos superan a la contemplación de las lágrimas de San Lorenzo en esos cielos estrellados y profundos de Castilla.
Sé muy bien de lo que hablas.
Un abrazo
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