El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

lunes, 28 de enero de 2008

Sobre plagios

¡Menudo revuelo se ha armado en el foro de PL! Al parecer, alguien denunciaba que Oscar Alonso Álvarez había plagiado un cuento del genial Felix J. Palma. Uno, que en estos casos procura ser siempre objetivo, se descargó el relato en entredicho (aquí), y lo cierto es que me pareció estupendo y, aunque se aprecian ciertas semejanzas estilísticas, de ningún modo es un plagio descarado. Otra cuestión, más criticable, es que el susodicho ha ganado varios certámenes con el mismo relato.

Creo que es imposible ser absolutamente original; para asomar la cabeza, uno se aúpa sobre los hombros de los grandes maestros que ha leído, ¿o se escribiría como se escribe hoy en día si los autores no hubiesen leído a los que les precedieron? Además, aunque alguien pretenda ser escrupulosamente original, nunca puede fiarse del subconsciente.

Y, aun así, siempre queda la coincidencia; unos días atrás, conversando con la ínclita Teresa Núnez, resulta que ambos hemos escrito sendos relatos cuya temática es notablemente similar; también, en la página de Javier Pérez, hay colgado un relato (este) con escenas sorprendentemente similares a uno mío que se puede leer en este blog (este).

Mi opinión personal es que, quitando casos evidentes de bandolerismo literario, se debe manifestar una cierta tolerancia, sobre todo si el resultado es digno.

6 comentarios:

Recomenzar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Filisteum dijo...

hombre Juan Carlos, parecido, no sé... El que puede haber entre Madame Bovary y la regenta, ¿no? :-)))

Más quiséramos los dos, jejeje

Bueno, pues ya en serio: los temas no son no pueden ser originales, proque son muylimitados. Lo que tiene que ser original es el enfoque humano, y el estilo.

Historias de chico conovce a chica, se gustan, se oponen a los problemas y acaban juntos (o separados) hay millones. la cosa es el matiz y el estilo.

Tejgo para mí que el que acusa de plagio a otro por repetir o asemejarse a una trama es porque no sabe leer. Prero eso aquí, entre nosotros, que si lo dice el Yunque en el foro de PL me cortan los cataplines.


Y muy bueno tu relato, oye.

Más literario que el mío. Y menos contundente, me parece :-)))

Un abrazooooooo

Juan Carlos Garrido dijo...

Javier:

Celebro que te haya gustado el relato: la lástima es que los jurados de los premios literarios se obstinan en no compartir tus gustos.

Es un lujo tenerte de apostillante de esta página.

Un abrazo.

Sombras en el corazón dijo...

Leí y leeré muchísimo, y está claro que en lo que escriba me influirá.
También creo que hay un poco de paranoia.

Un abrazo

Anónimo dijo...

¿Se aprecian "ciertas" semejanzas estilísticas?

Y temáticas, y formales, y puede uno seguir contando hasta que le salgan canas.

Maquillar una verdad incontestable (conviene subrayar la palabra) le hace un flaco favor a Félix y le pone una alfombra roja a esta especie de juntaletras sin talento. Lo primero que debe mantener un escritor es la dignidad. Una cosa es que a uno le embargue la admiración por sus coetáneos y otra muy distinta ser un impresentable.

Por si no lo has visitado, aquí se ilustra perfectamente el asunto. Y mira los dos enlaces porque verás que el plagio del plagio, o la intertextualidad extraña, también le ponen a este señor.

http://masacreenlosjardines.wordpress.com/2008/01/22/30/

http://masacreenlosjardines.wordpress.com/2008/01/23/el-retorno-del-pagafantas/#comment-144

Saludos

Juan Carlos Garrido dijo...

Precísamente, en ese enlace fue el que levantó la liebre; no sólo he leído los enlaces, sino que he leído ambos relatos, y te aseguro que el ataque es desproporcionado; el artículo de masacre es una obra maestra de descontextualización y recontextualización, y, hasta que leí los cuentos, yo también daba por seguro el plagio. Por cierto, uno de los que mordían con más saña a O.A. Álvarez, resulta que ha escrito un bastante más "inspirado" que el anterior en otro de Félix J. Palma (también incluído Las interioridades), y, todo hay que decirlo, tanto el cuento original como el emulador son bastante peores. Curiosamente, y eso que dicho relato se ha hecho público en la web de forma bastante notoria, nadie ha arremetido contra él.

¡Misterios (o no) guarda el señor!