Este ejecutivo tiene por costumbre (muchos dirían que vicio) emplear leyes de contenido “social”, y que sabe de antemano que van a levantar ampollas en la opinión pública, como maniobra de diversión para desviar la atención de los graves problemas a los que no sabe, o no quiere, brindar solución, y la controvertida ley “de plazos” sobre el aborto no es la excepción.
Entre humos de escopetas, tenemos a Bermejo, cuya cabeza no tardarán en brindar a la oposición, ejerciendo de cazador cazado; oliendo a chamusquina, al Juez Garzón con ataques de ansiedad; y, más fundidos que la linterna de un CSI, al común los ciudadanos y la mayoría de las PYMES, daños colaterales, que todos se esfuerzan en ignorar, de la crisis económica y del pánico escénico que acogota a la banca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario