Debe ser algo muy nuestro eso de tener gobernantes inoperantes, despreciados y ninguneados por el resto de sus colegas, mientras que el españolito de a pie se calza los machos y pone en su sitio a tudescos y levantiscos de turno. Ahora ya no se trata de Felipe IV y los heroicos tercios, sino del Getafe (que conste que no me gusta en absoluto el fútbol) que le dejó bien claro quién era a Beckenbauer, que con manifiesta desidia alardeaba de no conocerlo, mientras que vemos a Zapatero abochornado, con cara de pobre niño aburrido al que han forzado a acudir a una fiesta de cumpleaños donde nadie quiere jugar con él. Esto es lo que pasa cuando acostumbras a codearte con los piojosos y raterillos del barrio, y luego tu mamá se empeña en que alternes con la “gente bien”, en cuya puerta te has cagado: te toleran, por ser tu mamá quien es, pero no te admiten como un igual, de sobra saben quién eres tú.
Eso sí, con Polonia y Australia de maravilla.
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9 comentarios:
Muy fino, Juan Carlos.
Muchas gracias por tus elogios, Mery.
Saludos.
Hola Juan Carlos,
Lamento que debas comentar esta cosas de los gobernantes de tu país.
Aquí las cosas no van mucho mejor, diría peor. Es un espectáculo dantesco, donde uno desearía que nuestra presidente no se presentara más en público ya que cada vez que lo hace nos humilla.
Pero tu eres un artista de la palabra, felicitaciones.
Un abrazo,
Pablo
Muchas gracias por tus elogios, Pablo. celebro leerte por aquí.
Un abrazo.
Eres un maestro de los símiles, Juan Carlos. De acuerdo contigo.
Tan solo un modesto aprendiz, Profe, lo que sucede es que me juzgáis con demasiada benevolencia.
Saludos.
Juan Carlos, muchas gracias por tu información, que acabo de leer en la página de Juan Antonio, el Profe. Tendré en cuenta lo que me dices.
Un saludo.
Recién te he encontrado me llevará tiempo conocerte. muy lindo tu blog. volveré
Mucha:
Lamento corregirte, pero ya eres una vieja visitante, para hacer honor a la verdad, una de las primeras.
Saludos.
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