Este gobierno, el mismo que apenas hace unos días se las apañaba para aprobar unos presupuestos “virtuales” gracias a un rastrero mercadeo con los nacionalistas y hace unos meses negaba la existencia de la crisis, acaba de afirmar, por boca del vicepresidente y ministro de economía, que ya no puede hacer nada más para atajar la crisis. Resulta del todo increíble que, tras sacarse de la manga un puñado de pseudosoluciones pintorescas y cosméticas, puro atrezo de opereta, tengan el descaro de decir que no pueden hacer nada más. Es absolutamente inadmisible que propalen con total desvergüenza su incapacidad y que, sin embargo, no renuncien al mando.
Me creo que no sean capaces de hacer nada más, lo han demostrado por activa y por pasiva, pero no podemos tolerar que continúen anclados al cargo para no hacer nada. Cuando la economía marchaba viento en popa, la inoperancia manifiesta de este gobierno era una indudable ventaja (¿Funciona el invento? ¡No lo toques!) pero, en estos momentos de crisis, la declarada inacción que tienen el descaro de confesar no puede conducir sino al desastre.
Está claro que no saben qué hacer: márchense, entonces, antes de que se les ocurra la solución de estrujar más al contribuyente.
Ya están tardando.
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5 comentarios:
Por desgracia, no caerá esa breva. Sólo hay algo más grande que su incapacidad: su desvergüenza.
Pues me da que no vamos a estar de acuerdo en esto:"Cuando la economía marchaba viento en popa, la inoperancia manifiesta de este gobierno era una indudable ventaja".
De aquellos polvos, y de algunos anteriores, vienen parte de estos lodos. Si cuando todo iba viento en popa no fuimos capaces de invertir en más y mejor formación, de fomentar la innovación, de reformar los mercados más intervenidos y rígidos(laboral, energético,...) o de racionalizar el Estado del Bienestar, pues ya me dirás si van tener cojones de hacerlo ahora.
Saludos
Juan Antonio:
En efecto, parece complicado que se despeguen del puesto
Tato:
La cuestión no es "qué", sino "quién". Si uno padece una enfermedad grave, es evidente que precisa de atención médica, pero, si el cirujano es un orangután con bata blanca, mejor que no toque los bisturíes.
Saludos a todos.
Y si es Mengel, tampoco...
¿Quien demonios es Menguel? ¿Quizás Menguele?
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