Nuestro país cada vez se parece más a las películas de Berlanga. Este episodio de espías de bata y pantuflas, incapaces de sorprender a sus objetivos en medio de una orgía brutal o un episodio de bondage y cuyos logros se limitan a constatar que tal mandatario ha comido con un señor calvo y gordo, es mas surrealista y deprimente que indignante ¡Ni para espías valemos! Uno casi añora unos villanos dignos y competentes, capaces de montar un “Watergate” como Dios manda en lugar de este fisgoneo de patio de vecinos.
Y mientras tanto, el ministro Sebastián, en plan Franco, haciendo campaña por la autarquía y el autoconsumo. No me extraña que Berlanga no filme más películas: lo tiene difícil para superar a la realidad.
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6 comentarios:
Estas muy agudo, Juan Carlos, y no se puede objetar absolutamente nada a lo que bien dices.
Quizás estos argumentos que apuntas darían bien para unos dibujos animados.
Un abrazo
jajajaja, divino y en la diana.
buen finde
Mortadelo y Filemón nacieron en España, Juan Carlos...
Gracis por vuestros (sin duda inmerecidos) elogios, Mery Y Mª Ángeles.
Atinado apunte, Julio; Solbes quedaría bien (dado el índice de aciertos de los últimos tiempos) en el papel de Bacterio.
Saludos.
tiene usted la costumbre de criticar siempre a los soialistas, incluso cuando se espían los del PP entre ellos, ay, ay, ay
Sr. anónimo:
Tengo por costumbre criticar todo cuanto no me gusta, y, en este caso, me he limitado a dar a cada cual lo suyo.
Saludos.
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