El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

lunes, 22 de septiembre de 2008

Unidos por el EURIBOR

Lo acaba de decir un estudio (siempre, por exótico que pueda parecer el tema, hay un grupo de gente desocupada dispuesto a realizar un estudio sobre él): lo que nos une a nuestra pareja ya no es el amor, ni siquiera el sexo; tampoco la pasión por los hijos (los que de verdad sufren en las separaciones) sino el dichoso EURIBOR. Parece ser que el número de divorcios ha disminuido y la razón no es otra que la imposibilidad de pagar la letra de la vivienda conyugal y además costarse otra.

No es de extrañar ese aire místico y recogido que muestran los notarios cuando te reciben en su despacho, esa entonación de plegaria, casi letanía, con la que leen los contratos antes de su firma, pues son de sobra conscientes de que ellos, y no los curas, son los vicarios del Señor en la tierra, y de que lo que ellos unen queda bien atado, quizás no para siempre, pero sí durante un buen número de años, y sin riesgo de que el desamor, la rutina o una rubia de curvas imposibles lo malogre.

Acude a mi cabeza un eslogan, un tanto cursi, muy en boga en las joyerías hace unos años: “Hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana”. A esto cabría ahora añadir: “(EURIBOR + 0.75)”

PD: A.P.A. te dedico esta entrada, en tu condición de banquera aplicada.

5 comentarios:

María Jesús dijo...

Pues sí el "euribor", es una buena razón para que una pareja en unión sólida. Aguante sin divorciarse en el caso de que halla hijos, si no los hay tal vez sea más fácil.

"Hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana"

A mí me resulta más que cursi, frívolo. Por lo del brillante, no creo que haga falta un diamante para querer o que te quieran más o menos.

Un beso

Mery dijo...

Muy irónica, y no por ello carente de razón, tu entrada.
Tristemente parece que las cosas del amor ya no tienen que ver mucho con lo que era antaño.
Un abrazo

Juan Carlos Garrido dijo...

María Jesús:

Efectivamente, el brillante no sirve para quererse más, ni tampoco la hipoteca, aunque esta última parece que sí vale para aguantarse más.


Mery:

Los sentimientos no se dejan influenciar por las modas (ni siquiera por nuestra voluntad), nuestra conducta sí.

En tiempos, no muy lejanos, no había apenas divorcios porque las mujeres no tenían independencia económica; después, ha venido una época de "avalancha"; ahora parece que la crisis lleva de nuevo a la contención, pero el amor, o desamor, que hay detrás es el mismo de siempre.


Saludos a todos.

Anónimo dijo...

Amigo Juan Carlos:
Y suerte que es Euríbor + 0,75, pues no hace mucho que la cosa andaba en el + 1,50.
De todas formas, y permíteme que disienta en la calidad de "especialista" que me has asignado, el problema no es tanto el índice, sino el capital prestado. La mayoría de los hipotecados no podrían separarse y comprar (o alquilar) nueva vivienda aunque su préstamo estuviera a interés cero. Una familia que hubiera comprado una vivienda por 200.000 €, tendría que pagar una cuota de un préstamo a interés cero de casi 700€/mes a 25 años. Imposible soportar otro préstamo a interés cero de similar cuantía.
Por tanto, lo que mantiene matrimonios es la compra de vivienda, muchas veces por encima de la capacidad de pago de las familias y sin previsión de futuro.

Cuando yo buscaba piso para comprar, los de las agencias inmobiliarias me animaban a que comprara por encima del límite que yo me había marcado. "Usted puede aspirar a algo mejor, se pide un préstamo y con los intereses tan bajos le sale una cuota muy asequible". Claro, los intereses eran bajos, pero ¿quién devuelve el capital?

Filisteum dijo...

Teniendo en cuenta la cantidad de gente que se casa por el banco, no es mal síntoma de estabilidad ese que planteas.

Salud