No hay nada más sencillo, y a la vez más ridículo, que dar capotazos al aire. Sin un morlaco delante, no tardan en aparecer los catedráticos del estoque, dispuestos a exhibirse, eso sí, sin correr riesgo alguno.
El problema de estas charlotadas, como la que se organizó en Arenys de Munt, es que buena parte de los tarugos que asisten a ellas acaban por confundir las patochadas que formulan esos políticos patéticos e irresponsables con la realidad.
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6 comentarios:
Una fiesta de disfraces, Juan Carlos: unos toreros; otros borregos.
De vez en cuando les deberían soltar un morlaco, entonces los valientes se retratan.
Un saludo
¿A quién estarán tomando el pulso, si es que creen estar tomándoselo a alguién?
Esta España nuestra es única, ay.
Julio:
En efecto, cada cual en su rol.
Capitán:
Confieso que resultaría revelador y divertido.
Mary:
Los nacionalistas son como niños malcriados, que jamás tienen suficiente y que de continuo están tensando la cuerda, para ver hasta donde llega.
Saludos a todos.
Una pura alegoría de la realidad.
Me temo.
Mejor contemplar la realidad como un espectáculo, porque si no...
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