El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

martes, 4 de mayo de 2010

La extraña

A semejanza de lo que ocurre con algunos vinos, no es infrecuente encontrar literatura que no envejece bien. No dudo de que la novela de Sándor Márai, escrita en 1934, en su día fuese innovadora e impactante, pero a un lector actual (en concreto a un servidor) la trama psicológica le resulta alambicada e inverosímil, y por momentos percibí su lectura un tanto trabajosa.

Y disculpen Uds. esta intermitencia de la que hago gala los últimos tiempos, pero he de atender al trabajo que me da de comer.

4 comentarios:

Lisset Vázquez Meizoso dijo...

El trabajo que da de comer, tiene su propio arte, el de soportarlo y quererlo por su gran valor :) y además, porque muchas veces hasta trabajamos en cosas que también nos gustan, como creo que es tu caso :) Un abrazo.

J. G. dijo...

Yo trabajo en lo que me gusta, es un mataero de la mañana, además vivo el relato futuro en algunas ocasiones.

dany dijo...

Juan Carlos,
hay muchos lectores de Sandor Marai (yo mismo me incluyo) que coinciden contigo en que la trama de LA EXTRAÑA es enrevesada y difícil de seguir.
La Extraña es la novela que menos me ha gustado de Marai. Pero El último encuentro, Divorcio en Buda y La Mujer Justa son tres auténticas joyas.

Juan Carlos Garrido dijo...

Lisset:
Cuando se llevan tantos años en lo mismo, todo se vuelve rutina.

Jesús:
Me explique Ud. qué diantre es eso del relato futuro.

Dany:
Me convences para repetir con el mismo autor, que había desistido.

Saludos a todos.