El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

lunes, 17 de mayo de 2010

Incidentario

Cuando saqué de la biblioteca pública este libro de Alfonso Martínez Mena, tenía la impresión de ser una suerte de Indiana Jones desenterrando un tesoro sepultado, pues el volumen, cuyas hojas amarillentas evidenciaban que llevaba muchos años en la sala, posiblemente desde su publicación, en 1986, no había sido prestado a nadie.

Abordé sus páginas con ansiosa premura, si bien me aguardaba la decepción, porque estoy casi seguro que, a día de hoy, ninguno de los relatos que integran el volumen, algunos ganadores de diversos certámenes de la época, hubiera superado la criba previa del certamen al que da nombre el autor. Es recurrente en sus textos una prosa prolija, demasiado apego por la descripción que poco aporta al hilo narrativo, y alguna anécdota final para culminarlos, y muy difícilmente podrían asimilarse al torrente de acción que debiera caracterizar al cuento canónico.

Me supuso trabajo acabar las pocas páginas del volumen y, para desintoxicarme, me apresuré a cambiarlo por un libro de Cortázar.

5 comentarios:

Olga dijo...

Agradable y sensato incidentario. ESa pasión por el libro viejo no siempre se ve recompensada, como si no fuese recíproca. A veces el texto no la merece. Pero Cortázar es la solución. Nos quiere siempre. Esa extraña perfección de "Queremos tanto a Glenda", la inquietante "Casa tomada", la insoportable "Cefalea", tantos... voy a coger hoy alguno de la biblioteca, me has abierto el apetito, quizá el Bestiario, una vez más.
Saludos.

Juan Carlos Garrido dijo...

Justo elegí el primero que citas, del que apenas leído un cuento suelto. Me sorprende lo que llevo leído, pues por momentos parece mas borgiano que cortazariano.

saludos.

dany dijo...

Juan Carlos,
yo también he sentido el gustillo ese de desvirgar un libro de la biblioteca, aunque a veces, tal y como cuentas, el gusto se queda en el manoseo de las páginas amarillentas.
De todos modos, siempre es bueno probar, porque a veces se lleva uno sorpresas agradables. Ejemplo: adquirí por el irrisorio precio de tres euros una antología de relatos periféricos (así se llama la antología) que me está encantando.

Para la desintoxicación, también son muy efectivos Bioy Casares y Monterroso.
Un Abrazo.

dany dijo...

ERRATA:

No he citado bien la antología de relatos.
Aquí un enlace por si alguien quiere echarle un vistazo:
http://www.laislalibros.com/libros/TIERRA-DE-NADIE/L1562000151/978-84-270-3132-6

Juan Carlos Garrido dijo...

Abrir un libro, muchas veces es como una cita a ciegas. En otros casos, como mlos que citas, uno sabe que ha quedado con la guapa del barrio.

Un abrazo.