El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

lunes, 13 de septiembre de 2010

El fracaso de Rajoy

Después de la que ha caído, de la contumaz negación de la crisis, de su nefasto manejo, después de afirmar que la crisis tendría una salida social y, acto seguido, obrar del modo contrario, ZP apenas pierde por 10 míseros puntos, y eso que la encuesta la ha encargado un medio supuestamente afín a Rajoy, prueba evidente de que el líder del partido aspirante ha sabido ganarse la animadversión de buena parte de la ciudadanía, mérito que debiera bastarle para que lo botaran del cargo al instante.

6 comentarios:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

No caerá esa breva Juan Carlos, no caerá.
Qué torpe son.
Un abrazo

Mery dijo...

Yo creo que te haces demasiada mala sangre con esto de la política.
Me temo que nos queda mucho, largo y tendido, por aguantar y no verán nuestros ojos a corto ni a medio plazo una clase dirigente digna y cultivada.

Juan Carlos Garrido dijo...

Rafael:
En efecto, nadie se atreve a levantar la voz contra quien manda hasta que se consuma el desastre.

Mery:
"El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo."
(Fiódor Dostoievski)

Nos guste o no, lo que hacen o dejan de hacer los políticos nos afecta de una forma directa e inmediata; puedes limitarte a ignorarlos, o asumirlos como una calamidad más de la naturaleza, o preocuparte seriamente por lo que hacen.

Saludos a todos.

J. G. dijo...

Y los "cocinados", y no precísamente el premio sino el concurso o certamen en sí.

Juan Carlos Garrido dijo...

Jesús:
Supongo que quería hacer el comentario en la entrada de arriba. Los que tu llamas "cocinados" son los que yo califico de "farsa".

Saludos.

Mery dijo...

Juan Carlos: si tienes toda la razón, porque, además ¿cómo quedar indiferente ante tanta tropelía de este gobierno y ad láteres?

Lo que yo intento es no atragantarme con ellos a todas horas, por riesgo serio de salud física y mental. A mi muy admirado Dostoievski querría verlo yo en esta tesitura nuestra ¿no te parece?
Un beso