Porque con el affaire UPN ha demostrado, una vez más, su pasmosa y consumada habilidad para la intriga y el navajazo trapero: no solo se ha refocilado con la mujer de su enemigo, sino que ha conseguido que esta le ponga la maleta en la calle.
La lástima es que su gobierno no haga gala de esa misma habilidad, ni siquiera de la misma aplicación y tesón, para gobernar el país ni para contener la crisis económica o las cifras del desempleo. Y es que la política no es el arte de gobernar, sino de conseguir votos a cualquier precio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario