Garzón, adalid de las libertades y paladín universal de los derechos humanos, ha decidido entrar en el romancero gitano por el procedimiento de desenterrar los huesos de Lorca.
Y no digo yo que sus deudos no tengan derecho a visitar su tumba, pero es que este juez de cartón piedra y opereta pretende buscar a antiguos directivos de Falange pare imputarles los cargos, ¡hasta ha pedido el certificado de defunción de Franco! (no vaya a ser que se haya cumplido lo que preconizaba Vizaíno Casas y haya resucitado)
Este juez de exclusiva y reality, ignorando el unánime acuerdo de la transición, se dispone a destapar la caja de los truenos. En ese caso, le recuerdo que no hace falta investigar mucho para encontrar responsables de holocaustos: hay uno, bien vivo, a quien el rey abraza efusivamente, y que fue responsable, como presidente de la junta de orden público, de las tristemente famosas “sacas” en las que varios miles de personas fueron asesinadas en Paracuellos a finales del 36.
Y mientras este “juez” dilapida su tiempo (que sufragamos todos) en este dislate, hace unos pocos días se conocía que, una vez más, peligrosos delincuentes habían tenido que ser puestos en libertad, por defectos de instrucción de sumario de este “galáctico” Garzón.
Deje usted descansar a los muertos, ponga los pies en la tierra (en vez de removerla) y dedíquese a encarcelar narcos y criminales, que es lo que nos preocupa a quienes le pagamos.
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8 comentarios:
La vanidad y el ego de este hombre no tiene mesura.
Y no hay quien enmiende sus despropósitos...
Un abrazo
En la guerra el hombre enseña lo peor de sí mismo. Pero luego seguir mostrándolo cuarenta años más, o dos, o uno, eso es crueldad y deshumanización, eso es infamia y abuso de poder. Regodearse en el sufrimiento del que no piensa como tú y, lejos ya del fragor de la batalla, echar sal sobre sus tierras, y sus vidas, y sus familias,y sus recuerdos, es algo que tiene que juzgar la Historia. Las barbaridades de los vencidos se contaron y se vengaron, las de los vencedores aún están a medias porque el miedo selló muchos labios.
Precisamente, ese mismo argumento es el que ha utilizado Garzón para arremeter únicamente contra los crímenes perpetrados por los falangistas, alegando los crímenes de la zona "roja" ya se han perseguido y castigado:una auténtica y absoluta falacia, como lo prueba el caso de Carrillo, que citaba antes, que tiene entre 2000 y 5000 muertes sobre su conciencia y ahí sigue el tío, tan campante.
Y que conste que no me parece mal, porque así se acordó en el 77. Pero si se ha de romper la baraja y empezar un juego nuevo, él debería ser el primero a por el que se debería ir, porque es el mayor criminal de guerra vivo de este país.
Saludos a todos.
Entiendo con muchos estéis en desacuerdo con que se investigue, no es agradable reconocer que tu padre o tu abuelo fue un asesino y un ladrón, que murió de viejo sin pulgar su pena ni recibir su castigo. Ya es tarde, pero al menos que la vergüenza caiga sobre ellos, por asesinos y por fascistas.
Anónimo: ni mi padre ni mi abuelo fueron asesinos ladrones, pero combatieron en la Guerra y perdonaron a quienes tanto daño les hicieron, y viceversa. Convivieron en perfecta armonía en el mismo barrio con otras gentes, sabieno que habían pertenecido a bandos opuestos, pero no pesaba sobre ellos mancha de sangre alguna.
Esa conivivencia sin rencor es lo que ahora no se está dando, precisamente entre gentes que NO VOVIERON esa contienda, lo que no deja de ser paradigmático. Claro ejemplo de la profunda desinformación que tenemos y lo que nos gusta generalizar.
Así que a ver si todos aprendemos un poco de esas generaciones que de verdad sufrieron.
Qué error mas grande, por otro lado, confundir católicos, o conservadores,con fascistas, igual que republicanos con anarquistas y comunistas. Hay tantos errores y tanta ignorancia en todo ello que sería largo de exponer.
Y,por cierto, no se dice pulgar, sino purgar.
Los miembros de la generación que sufrió tanto aún estamos vivos, y no hemos conocido ese paisaje de convivencia idealizada que usted ha soñado, sino sólo la vergüenza, el insulto y el desprecio. La justicia, el respeto a las víctimas y los principios morales exigen una reparación también moral.
Yo perdí a mi padre y a mi madre, y también sus propiedades, que les fueron robadas sólo por pensar de otra manera. Esa ley, y ese sumario significan mucho para mí y para mi familia, y si a alguien le molesta, será porque su conciencia no está tranquila. Yo prefiero ser hijo de maestros republicanos impunemente asesinados que de vecendores falangistas o fascistas.
Ya sé que no es pulgar, sino purgar y purgatorio y purgante, pero tampoco se escribe "sabieno" ni "conivivencia" ni "vovieron". Puestos a dar clases de ortografía, tampoco está de más recibirlas. Y probablemente yo esté más capacitado para dárselas a usted.
Un saludo
Yo crecí entre vencidos y no me enseñaron a odiar pero sí a no perder la dignidad ni la memoria. No igualemos lo inigualable. Los totalitarismos no tienen respeto por la vida humana y aquí lo pudimos comprobar durante cuarenta años. Los desmanes de la guerra todos los sabemos. Los cometieron los aliados en Alemania y no por eso negamos la barbarie nazi o igualamos los dos bandos de la 2ª guerra mundial. El gobierno republicano, a pesar de sus errores, nunca tuvo como consigna "tendréis envidia a los muertos" o "abajo la cultura viva la muerte", nunca alentó la venganza ni propició la represión. Los que lo hicieron nunca tuvieron el respaldo del gobierno legalmente constituido y fueron actos ya reprobados.
Si leemos proclamas de ambos bandos veremos la diferencia. Los verdugos, sean quienes sean, nunca descansan en paz. Rosales,Vivanco y otros falangistas reconocieron la barbarie de la represión llevada a cabo por Franco en los diez años siguientes a la contienda. "No basta que callemos y a demás no es posible" Rosales dixit.
No hay nada más triste que morir sin que nadie te haya restituido tu dignidad ni tu memoria.
Yo no guardo rencor porque como M. Hernández
"Soy una abierta ventana que escucha
por donde ver tenebrosa la vida. pero hay un rayo de sol en la lucha
que siempre deja la sombra vencida"
Estimados amigos:
Por supuesto que es más fácil hablar desde la distancia, sobre todo los que conocemos la guerra por los libros: vivir la desgracia en primera persona te impide ser imparcial, pero uno debe ser consecuente y admitir como un hecho probado que ambos bandos cometieron desmanes innombrables. Es evidente que el bando vencedor tuvo cuarenta años extra para desquitarse, pero también es falso que todos los del bando “rojo” expiaran sus penas.
En este país se consensuó un gran acuerdo de convivencia y, nos guste o no, debe respetarse, al menos por parte de las instituciones del estado, y la justicia es una de las más importantes.
No se puede negar la legitimidad de quien quiera recuperar los restos de sus seres queridos, pero debiera hacerse por un procedimiento administrativo y científico, no judicial.
En todo caso, el pretender buscar responsables de la falange vivos para imputarle los cargos, supone romper por completo ese pacto de convivencia.
En último lugar, dudo bastante del impostado altruismo del Juez Garzón, que a mi entender sólo busca notoriedad (seguro que hay quien va más allá y se atreve a calificar su conducta como “cortina de humo”). A mi, en particular, me indigna que, en aras de su propia fama, este juez descuide su trabajo y buena parte de los encausados por él queden en libertad por defectos de instrucción.
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