El hombre, en la superficie de la tierra, no tiene derecho a dar la espalda e ignorar lo que sucede en el mundo.

Fiódor Dostoievski (El jugador)

lunes, 30 de noviembre de 2009

¿Juvenil?

Partiendo de la asunción de que un servidor ignora qué premisas debe cumplir una novela para ser considerada juvenil, no acabo de entender que “El asunto Galindo”, el último libro de Fernando Lalana, sea englobado en esta categoría.

Comencé a leer el libro en una biblioteca pública, mientras que acudía con mis hijos a un cuentacuentos, porque se exhibía en el expositor de novedades y me llamó la atención la portada. Al final, me enganchó, y no lo he terminado del tirón porque uno debe hacer frente a las responsabilidades familiares. Se trata de una novela negra, construida con precisión e infundida de un permanente y siempre dosificado sentido del humor. Algunas de las deducciones del protagonista, demasiado alambicadas, al estilo Conan Doyle, hubieran estado de más, pues la historia no las precisa, si bien supongo que habrá a quienes le guste este tipo de filigranas.

Es cierto que en la novela no aparece sexo explícito, ni violencia gratuita, pero hay un asesinato (ejecutado por una sicaria profesional, madre de tres hijos, uno de ellos discapacidado, detalle que parece justificar su exculpación moral, ya que se sale de rositas) y el finado es seropositivo. No me voy a erigir en abanderado del puritanismo y el libro me ha parecido excelente, pero no representa el paradigma del tipo de lectura que yo recomendaría a un adolescente.

Por cierto, desde la página del autor, se pueden descargar, de forma gratuita, unas cuantas de sus novelas.

5 comentarios:

Sombras en el corazón dijo...

Después de los Simpson y los "Rasca y Pica" que ven los niños de susodicha familia, ya todo parece más liviano.
Imagino que debe de existir un equilibrio para todo. Esta moda de las sicarias es algo muy japonés, y mira que dicen que son un poco machistas...

Un abrazo

Juan Carlos Garrido dijo...

Supongo que comparado con "Padre de familia", el citado libro es "light". No obstante, aún no acabo de entender los parámetros que definen al libro juvenil.

Un abrazo.

dany dijo...

Pues sí, lo de la novela Juvenil es un término bastante difuso. En cualquier caso, no me parece que el asesinato y lo del sida sea algo que haga la novela no recomendable para los adolescentes. ¿Es que no se debe hablar de lo que es un asesinato o una enfermedad con los alulmnos? ¿Es que los alumnos adolescentes no tienen noticias y referencias de los asesinatos y las enfermedades que se dan cada día? No estará de más que lo lean y que lo hablen con un adulto. ¿O no?
Un abrazo.

Juan Carlos Garrido dijo...

Sin duda tienes razón, Dany. La cuetión estriba en que a mí el libro me pareció una novela negra convencional y no acabo de entender qué diantres debe tener una novela para ser calificada "juvenil".

Saludos.

dany dijo...

Creo que en muchos casos la novela juvenil (y a veces también la literatura infantil) es utilizada por algunos autores para hacerse un hueco en el mundo editorial antes de saltar a otro tipo de difusión. Es el caso, por ejemplo, de Carmen Posadas.
En mi opinión, siempre habrá chicos que serán capaces de disfrutar con lecturas supuestamente adultas y chicos mayores de edad que nunca pasarán del principito.